Núria Pajares, influencer de casualidad

Salou. La red social Tik Tok ha cambiado su vida desde que en el confinamiento realizó su primer vídeo. Un año después cuenta con un millón y medio de adeptos

03 abril 2021 17:55 | Actualizado a 04 abril 2021 09:13
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Lo impensable surgió un 21 de marzo, en aquel encierro inacabable que provocó el coronavirus y que todavía hoy mantiene sin plena libertad a la sociedad mundial. Las hijas de Núria Pajares (Tarragona, 42 años), ya a la última en el formato Tik Tok, convencieron a su madre para que profundizara con un vídeo en el mundillo del entretenimiento virtual y huyera así de la monotonía que provocan las horas interminables de confinamiento. «Era el cumpleaños de mi hija y decidí grabar con la mascarilla puesta y un trozo de tarta», reflexiona. Aquella ocurrencia se convirtió en el germen de un auténtico fenómeno. 

Las pequeñas de la casa informaron al detalle de la volcánica subida de visitas que vivió esa reproducción, aunque el incendio en la red se produjo solo tres días después. El corto que la protagonista realizó bromeando con la Nutella desbocó su perfil. Alcanzó el millón de visitas y eso convenció a Núria, que desde entonces ha experimentado el crecimiento imparable de su propia marca en Tik Tok. Acumula un millón y medio de seguidores y lo que empezó como un simple modo de evadir la rutina se ha transformado en una ocupación diaria.

Esta tarraconense, afincada en Salou, había laborado como comercial de su empresa familiar hasta que el Tik Tok le ha obligado a compaginar tareas. De hecho, la repercusión que ha tomado ese impulso en la red social ha permitido que varias marcas de prestigio hayan requerido su repercusión para impulsar sus productos. Núria ha realizado trabajos para Sánchez Romero Carvajal, Mr Wonderful, Argal, Granini, About You y Wordans, entre otros.
«Yo era anti esto antes. Tenía mi círculo reducido de amigos en Facebook y ya está. Hasta que, durante el confinamiento, decidí hacer algo divertido antes que morir del aburrimiento», comenta la misma Pajares.

El reto

Algunas de sus propuestas virtuales se relacionan con los retos. Uno de ellos le traicionó de forma simpática durante la cuarentena. «Grabé en la terraza y comenté que si llegábamos a las 2000 visitas, me tiraba a la piscina. ¡Era invierno! En menos de un minuto pasamos de 2000 y tuve que hacerlo. Me lancé vestida», admite.

La irrupción de Núria Pajares ha permitido que la exagerada ascendencia de adeptos le otorgue popularidad. Incluso la han parado por Barcelona para pedirle fotos o en el mismo El Corte Inglés. El universo Tik Tok la lleva a una convivencia compleja con su teléfono, la principal herramienta de trabajo. «De momento lo llevo bien, sé cuándo debo desconectar», confirma la nueva influencer.

El fenómeno que ha creado Pajares se mantiene más vigente que nunca y parece no ver los límites. Probablemente en cualquier hogar del país, su cara y su aportación más allá de la pantalla se consideren ya como un hábito innegociable de ocio.

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