Perros para estimular a personas con Alzheimer en Reus

Reportaje. El Centre Terapèutic de l’Alzheimer ha incorporado a dos canes que ayudan a dinamizar actividades con usuarios, con lo que se trabajan varias habilidades

27 abril 2021 05:30 | Actualizado a 27 abril 2021 11:10
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Llum está encima de la mesa de una de las aulas del Centre Terapèutic de l’Alzheimer de Reus. Es una perrita y está rodeada de ocho personas con Alzheimer, todos ellos, usuarios del centro de día. Están realizando una actividad de memoria y psicomotricidad fina y la dinamizan con un perro, en este caso, Llum. Se trata de un tipo de terapia que el centro ha reincorporado recientemente, después de que, con la pandemia, tuvieron que paralizarla. Ahora, se ha retomado con animales adiestrados por el Proyecto Tan Amigos y gracias al programa de ayudas otorgadas por el laboratorio farmacéutico veterinario CEVA. Los beneficios de trabajar con perros: «Que los ejercicios son más divertidos. Los perros actúan como herramienta motivadora para los usuarios», explica Alexia Piédrola, coordinadora de programas de Proyecto Tan Amigos. Hace ya dos meses que el Centre Terapèutic de l’Alzheimer de Reus cuenta con este proyecto, un tipo de terapia que actualmente llega a una treintena de usuarios del centro de día, repartidos en tres grupos, «y generalmente, los usuarios tienen una respuesta muy buena», comenta la directora del centro, Maria Jesús Lerín, por lo que desde la Associació d’Alzheimer i Altres Trastorns Neurocognitius de Reus i el Baix Camp, su directora, Cori Sánchez, expresa el deseo de «poder seguir adelante».

El grupo de usuarios que está trabajando con Llum dispone de un castillo de colores y lo están desmontando pieza por pieza. Cada usuario, cuando levanta cada una de las partes del castillo, debajo se encuentra con una galleta para Llum. El usuario la coge con las manos y todos llaman al perro para que reciba su premio. «¡Llum! ¡Llum! Ven aquí», exclaman. El perro, moviendo la cola, se gira y se dirige hacia la persona que la está llamando y se come la galleta. «¡Mira qué contenta que está! Es preciosa...», exclama Gloria, una de las usuarias que, cuando le toca su turno, se emociona. La acaricia, la abraza y le da besos con su mascarilla. No cabe duda que el perro actúa como un gran aliciente.

Pocos minutos más tarde, se oye el andar de un perro muy animado que entra a otra aula donde hay otro grupo de usuarios del centro de día. Se trata de Rita, una perrita muy joven, con solamente un año de vida, llena de energía. El grupo está más habituado a trabajar con Llum, y así lo recuerdan algunos usuarios, pero rápidamente se acuerdan de Rita. Colocan también al perro encima la mesa y empieza a interactuar con todos los usuarios. Para empezar a entrar en materia, cada uno se encarga de dar una galleta a Rita para, después, empezar ya la actividad: tendrán que crear un collar para el perro con varias piezas de colores.

La terapia con perros en la tercera edad conlleva una seria de beneficios, «desde físicos, a psíquicos y emocionales», detalla Piédrola, que recuerda que los animales seleccionados han sido educados para esta tarea.

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