Una residencia burguesa en Escornalbou

El antiguo monasterio de Sant Miquel d’Escornalbou adentra al visitante en una residencia acomodada de principios del siglo XX.

22 octubre 2021 13:32 | Actualizado a 22 octubre 2021 14:36
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Eduard Toda (Reus,  1855-Poblet, 1941), mecenas, diplomático, viajero y primer egiptólogo catalán, adquirió en 1911 el antiguo monasterio de Sant Miquel d’Escornalbou, de Riudecanyes, para restaurarlo. Eran los tiempos en los que la burguesía catalana habilitaba construcciones emblemáticas para convertirlas en sus residencias.

Así, en su recorrido, el visitante se adentrará en los majestuosos salones de una mansión señorial del siglo XX, situados entre los restos de dos edificios medievales. Por una parte,  el monasterio de Sant Miquel, fundado en 1153, y un castillo, construido sobre las ruinas de una fortaleza romana. El conjunto conformó durante más de seis siglos la baronía de Escornalbou y tras la Desamortización de Mendizábal (1835) se sumió en la decadencia, hasta que fue adquirido por el reusense.

 

Eduard Toda, mecenas, diplomático, viajero y primer egiptólogo catalán, adquirió en 1911 el antiguo monasterio de Sant Miquel d’Escornalbou para habilitarlo como vivienda.

En la actualidad la visita, que se ofrece todo el año, permite conocer el ambiente en el que se desenvolvían las clases acomodadas de la época, puesto que en Escornalbou se reunían las principales figuras del Renacimiento, invitadas por Toda. En las diferentes estancias quedan muestras de las colecciones que el diplomático había reunido en sus viajes, de cuando fue vicecónsul en Macao, Hong Kong y Shangái, así como cónsul en Egipto, país este último que lo cautivó.

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