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La Fiscalía pide cinco años y seis meses de cárcel para M.J.A., un profesor de Corán y de refuerzo de otras materias que presuntamente abusó sexualmente de una menor en 2017, cuando tenía 10 años, a la que daba clases a domicilio en Barcelona junto a su hermana.
En el juicio celebrado este miércoles en la sección tercera de la Audiencia de Barcelona, la acusación particular ha solicitado para M.J.A. un total de seis años por los mismos hechos, mientras la defensa ha solicitado su absolución al considerar que los hechos no han quedado acreditados.
El acusado, que solo ha contestado a preguntas de su letrada, ha negado que tocara los pechos a la menor, a la que daba clases junto a su hermana, y que nunca ha usado el castigo físico contra ninguna alumna, porque para él son como sus «niñas» o sus «sobrinas».
El procesado ha asegurado que en la casa estaban los padres de las dos menores, así como otras dos personas, y que los progenitores entraban a la sala, donde estaba con las niñas con la puerta abierta, para ofrecerles café, té y para interesarse por él.
La madre
Por su parte, la madre de la víctima ha testificado que su hija le manifestó que el profesor le pegaba, le daba patadas y la golpeaba con la mano abierta, y le realizaba supuestamente tocamientos en el cuerpo, concretamente en los pechos.
La progenitora ha asegurado que vio los moratones que presuntamente le había infligido el acusado mientras duchaba a su hija y que, una vez, la sorprendió viendo contenido de tipo sexual, y la menor le aseguró que era su profesor quien le había pedido que lo mirara.
Sobre esta cuestión, M.J.A. ha negado que le enseñara ningún contenido sexual a ninguna menor, y también ha destacado que el padre de las niñas era «muy celoso» por el buen trato que le profería la madre de las menores a él.
Aprovechó su posición
Según el escrito de acusación de Fiscalía, entre los meses de septiembre a diciembre de 2017, el profesor aprovechó su posición de superioridad, que estaba a solas con las menores en la sala de estar del domicilio y que los familiares se hallaban en otras dependencias de la casa, para cometer el abuso.
El fiscal ha explicado que M.J.A. cogía a la menor de un brazo y luego le tocaba un pecho, pese a que esta se sentía muy incómoda y se movía para evitar que el acusado siguiera manoseándola.
