Qué es una piscina ecológica

12 noviembre 2021 09:28 | Actualizado a 12 noviembre 2021 10:20
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Todos nos hemos bañado en una piscina y hemos salido con la piel enrojecida y con una especie de manchas blancas en la piel. Ambos problemas son fruto del cloro, un químico muy agresivo y tóxico que se usa en el sistema de filtración para que el agua esté limpia.

Sin el cloro el agua se pondría verde por las algas en poco tiempo, pero por suerte ahora hay una alternativa como son las piscinas ecológicas, las cuales no emplean químicos para mantener el agua cristalina.

Podemos poner un tratamiento de agua de alta tecnología

En la construcción de piscinas de lujo en Barcelona se utiliza mucho este tipo de sistema de filtración, que impide que los bañistas salgan con la piel y los ojos irritados después de nadar un rato.

Para que el agua esté limpia se combinan tres procesos, como son la tecnología UV, los nano cristales y los radicales libres.

La tecnología UV se ha hecho muy conocida ahora, ya que consigue eliminar virus y bacterias. En el caso de las piscinas es muy útil, pues ayuda a que las cremas solares que al final terminan en el agua desaparezcan en el sistema de filtración.

Con los nanocristales se impide que las bacterias colonicen el filtro y los radicales libres emplean los mismos minerales del agua para limpiarla, lo que viene muy bien con las temperaturas altas y cuando hay muchos bañistas.

Este sistema es costoso, y de ahí que se use más en piscinas de lujo, aunque a la larga sale rentable debido al ahorro en el trabajo de mantenimiento y en la compra de productos químicos.

Las biopiscinas son otro tipo de piscinas ecológicas

Hay otra alternativa cuando queremos una piscina ecológica más espectacular que la primera y que no es apta para todo el mundo. De hecho, se suele ver en piscinas de lujo, ya que una “normal” no tiene el espacio que necesita una biopiscina.

Aquí no se emplean materiales de alta tecnología, sino plantas que son las encargadas de hacer de filtro biológico. Por eso, se necesita de al menos de un espacio de 20 metros cuadrados (que tiene que ir en proporción con el tamaño de la piscina) que se dedicará al proceso de filtración y limpiado.

No es un proceso complicado, pero sí más lento que un filtrado tradicional. Son las propias plantas las que depuran el agua consumiendo los microorganismos generados en la piscina para su crecimiento en un ciclo cerrado que deja el agua cristalina.

Como desventaja, hay que dedicar algo de tiempo a retirar hojas de la superficie y el jardín acuático necesita mantenimiento, sin embargo, lo cierto es que es un sistema ideal para piscinas de lujo, pues parece que nos estamos bañando en una zona natural.

Ahora mismo podemos optar por piscinas ecológicas, con las cuales beneficiamos el medioambiente al no usar productos contaminantes y a la vez mejoramos nuestra salud, bañándonos en un agua limpia libre de elementos químicos que dañan los ojos y nuestra piel.

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