Talleres de confianza

Talleres hay muchos, pero no hay tantos que sean de confianza como www.aurgi.com, una red de centros del automóvil que lleva décadas por toda España con miles de clientes satisfechos que vuelven una y otra vez.

No todos tenemos un taller de este tipo cerca, por lo que es necesario que busquemos uno de confianza. Dar con uno no es sencillo, así que a continuación vamos a ver qué le debemos pedir a uno de estos centros para que se convierta en nuestro taller de referencia.

Vehículo de sustitución

El coche nos hace falta para nuestro día a día y muchos de nosotros no podríamos llevar a cabo nuestras tareas diarias sin un vehículo. Por eso, en un taller de confianza siempre nos deben dejar un coche de sustitución, en especial cuando las reparaciones van a llevar un tiempo, como cuando tienen que cambiarnos el motor que podemos comprar en motortown.es.

Garantía ampliada

Las reparaciones cuentan con un mínimo de 3 meses o 2000 km de garantía. No es mucho tiempo, por lo que un taller de confianza no debería poner muchos peros a la hora de dar una garantía más amplia que dejase más tranquilos a sus clientes.

Esto hay que buscarlo, sobre todo, en aquellas reparaciones que son costosas y que pueden darnos problemas enseguida, como las de los turbos o la de los sistemas anticontaminación de los diésel.

No es algo común, pero si un taller la ofrece es porque confía en el trabajo que ha llevado a cabo.

Servicio de limpieza

Dentro de los talleres los coches se ensucian bastante, tanto por dentro como por fuera. Un buen taller no entrega un coche así, el cual le de asco al cliente porque encuentre el interior oliendo a grasa y manchado.

Así, un buen centro de reparaciones nos devolverá el coche limpio tanto por dentro como por fuera. No debemos esperar un detallado, pero sí un coche al que no nos importe subirnos y que huela bien.

Todo por escrito

Cuando llevamos a arreglar un coche es imprescindible que todo quede por escrito. De hecho, un taller en el que podamos confiar siempre nos lo darán todo firmado y sellado.

Presupuestos, resguardos de depósito, facturas, modificaciones de presupuesto, etc., todo debe ir siempre escrito y con el sello del taller para que sea válido (nos vale si nos envían los documentos por mail o por WhatsApp), y debemos huir de aquellos centros en los que nos digan “que eso no hace falta”, “que nos podemos fiar de ellos” y las frases que todos conocemos ya.

Las palabras “se las lleva el viento” y si tenemos que reclamar por una reparación mal hecha solo lo vamos a poder hacer presentando los presupuestos y las facturas.

Dar con un taller en el que poder confiar no es nada fácil, de manera que habrá que ir buscando para encontrar uno. De todo lo que debemos pedir, creemos que lo más importante es el último apartado, pues, aunque parezca mentira aún hay lugares en los que debemos pelearnos para que nos den una simple factura.