El Supremo revoca la condena a un hombre encarcelado por error durante 15 años por violaciones en Tarragona
Todos los ataques ocurrieron en 1991, en zonas despobladas, con robos de objetos personales y violaciones violentas. En 1995 se produjo una nueva oleada de agresiones, y en esta ocasión se detuvo al verdadero responsable. Las pruebas de ADN vincularon al nuevo acusado con los hechos ocurridos cuatro años antes

Fachada del Tribunal Supremo.
El Tribunal Supremo ha anulado la tercera condena impuesta al ciudadano marroquí Ahmed Tommouhi, quien ya había sido absuelto anteriormente de otras dos sentencias por violaciones ocurridas en Catalunya en noviembre de 1991, tras la retractación de las víctimas y la aparición de pruebas biológicas exculpatorias.
Recientemente, la Audiencia Nacional ha desestimado un recurso contra la decisión del Ministerio de Justicia, que rechazó en 2023 la solicitud de indemnización de Tommouhi por haber estado 15 años en prisión injustamente.
La Sala Penal del Supremo ha declarado nula la tercera sentencia condenatoria, dictada en 1995 por la Audiencia Provincial de Tarragona, que lo había condenado a más de 100 años de cárcel por su supuesta participación en varias agresiones sexuales.
Según esa sentencia ahora anulada, los hechos ocurrieron la noche del 9 al 10 de noviembre de 1991, cuando el acusado y otra persona abordaron a seis menores, les robaron y violaron a dos de ellas. Horas después, atacaron a otra pareja y violaron nuevamente a la mujer.
La principal prueba de cargo fue el reconocimiento en rueda realizado por cuatro de las víctimas. Sin embargo, otros cuatro jóvenes agredidos no identificaron a Tommouhi como uno de los agresores.
Aunque en esta revisión no se dispone de pruebas científicas contundentes como en las condenas anteriores ni de una retractación directa de las víctimas, el Supremo considera relevante la proximidad temporal y espacial de los hechos con los otros casos anulados y la similitud en el modus operandi.
Todos los ataques ocurrieron entre el 5 y el 10 de noviembre de 1991, en zonas despobladas, con robo de objetos personales y violaciones violentas, y con el uso del mismo vehículo: un Renault 5.
Años después, la Guardia Civil elaboró un informe clave que revelaba que en 1995 se produjo una segunda oleada de violaciones con el mismo modus operandi. En ese momento fue detenido Antonio García Carbonell, de fisonomía similar a la de Tommouhi y cuya forma de hablar (caló) podía confundirse con el árabe del ahora absuelto.
El Supremo recuerda que en la primera sentencia de revisión se presentó un informe genético que demostraba que el perfil de ADN de García Carbonell era compatible con el semen encontrado en una de las prendas de una de las víctimas por las que fue condenado Tommouhi.
El tribunal resalta la gran similitud física entre Tommouhi y García Carbonell, lo que refuerza la hipótesis de un posible error de identificación.
Para la Sala, todo esto evidencia una fisura grave en el material probatorio que sostuvo la sentencia ahora revisada. Se trataba de datos desconocidos en su momento, pero que hoy generan un duda razonable sobre la autoría que se le atribuyó.
La sentencia concluye que esto debilita considerablemente el valor incriminatorio de los reconocimientos en rueda, ya que no fueron confirmados por todas las víctimas ni apoyados por análisis biológicos. Además, no se encontraron objetos robados en poder de los condenados ni se hallaron restos biológicos contrastables.