Indemnización de 40.000 euros para la familia de la cocinera asesinada en la cárcel de Tarragona

El Departament de Justícia i Qualitat Democràtica indemnizará económicamente a la familia de Núria López, la cocinera asesinada en la cárcel de Tarragona (centro penitenciario de Mas d’Enric, en El Catllar), el pasado 13 de marzo de 2024, a manos de un interno.

Según ha adelantado El País, cuatro familiares recibirán 40.446 euros por parte de la Generalitat, aunque reclamaban 1,7 millones de euros. 

El tribunal evaluador afirma que los equipos penitenciarios “no valoraron adecuadamente” los antecedentes del homicida antes de asignarlo a la cocina. Consideran que dicha tarea era “inadecuada para una persona con antecedentes homicidas”. El informe destaca una "negligencia manifiesta de los Serveis Penitenciaris". Ahora, la familia puede recurrir la decisión por la vía judicial ordinaria. De hecho, esta opción ya estaba en la mente de la familia de la cocinera, que han estado molestos con algunas decisiones de la Generalitat sobre este crimen.

Fuentes del Departament de Justícia indican que los familiares de la víctima presentaron una reclamación patrimonial ante el departamento. Con la indemnización, la Generalitat reconoce el “daño” sufrido por los familiares de la víctima y asume la responsabilidad civil.

Justícia adoptó diversas medidas de seguridad para evitar que se repita una situación similar. A raíz de este caso, los internos condenados por delitos de extrema violencia no pueden acceder a objetos peligrosos como cuchillos.

Un crimen todavía muy presente en la retina

La tragedia ocurrió a primera hora de la tarde del 13 de marzo de 2024. Un preso con delitos de sangre mató con un cuchillo de cocina a Núria López, de 46 años. El autor se suicidó con el mismo cuchillo. Encontraron a ambos cadáveres dentro de la cámara frigorífica, lugar donde se perpetró el crimen. Pasaban pocos minutos de las cinco de la tarde.

Núria López llevaba ocho años trabajando en el centro penitenciario de Mas d’Enric. La había contratado el CIRE (Centro de Iniciativas para la Reinserción), una empresa pública que intenta dar una segunda oportunidad a los internos a través de formación y trabajo. Vivía en Vilallonga del Camp, en un piso con su perra Fiona, su fiel compañera.

El asesinato sigue muy presente entre el personal del centro penitenciario ubicado en El Catllar. Y un año más tarde se rindió un tributo en honor de Núria con la presencia de familiares, amigos y funcionarios de la cárcel.

Algunas mejoras en el protocolo de seguridad se han implementado desde entonces.