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Agentes de la Unidad Regional de Medio Ambiente (URMA) de los Mossos d’Esquadra denunciaron a un vecino de Gandesa para dejar morir por inanición a varios animales de su explotación ganadera.
A raíz de la información obtenida durante el patrullaje de una Unidad de Seguridad Ciudadana (USC) de Gandesa, los agentes decidieron inspeccionar la mencionada finca. Una vez en el lugar de los hechos, los policías observaron que en la misma había un rebaño de unas 80 cabras, 1 caballo y 12 perros.
La mayoría de los animales presentaban un estado de dejadez importante, sobre todo el rebaño de cabras, que no disponían ni de agua ni comida, y con una gran cantidad de parásitos.
Estos factores explicaban por sí solos el estado de debilidad y delgadez importante que presentaban estos animales de granja.
Los agentes detectaron que siete de estos animales ya habían muerto y presentaban diferentes estados de descomposición, hecho que hacía pensar que habían fallecido en días diferentes.
Por el exterior del recinto cerrado donde estaba este rebaño de cabras, los agentes también detectaron varios restos de estos animales que habían sido devorados por los mismos perros de la finca (hambrientos por la falta de alimento).
Finalmente y ante la gravedad de estos hechos, los agentes denunciaron al propietario de la explotación y se pusieron en contacto con el Departament d’Acció Climática, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat, organismo competente en la materia, el cual decretará las medidas adecuadas para corregir esta situación.
