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La Guardia Civil ha incautado hace unos días cerca de 3.000 mecheros falsificados en una tienda mayorista del polígono Francolí de Tarragona. El género, confiscado, tendría un valor de unos 4.000 euros en el mercado, informan las mismas fuentes de la Benemérita.
Los hechos ocurrían el martes día 10 en un establecimiento mayorista de productos de bazar. Allí, especialistas de la Guardia Civil en Fiscal y Fronteras aprehendieron un total de 2.880 mecheros falsificados de una marca registrada muy conocida, con una valoración aproximada de algo más de 4.000 euros.
Comerciar con este producto, además de vulnerar el derecho de la propiedad industrial supone un grave riesgo para los consumidores y usuarios, ya que se desconoce que tipos de control de seguridad han podido pasar. Resultó ser una falsificación muy elaborada, con un aspecto muy similar al original; incluso se comercializaba en bandejas plastificadas con el logo de la marca.
Lo que ha permitido llegar a la aprehensión final, es que se estaba detectando la presencia de mecheros falsificados de esa marca en Tarragona, vendidos a precio por debajo del precio real; se distribuían en pequeñas cantidades e incluso eran ofrecidos en estancos de la demarcación de esta provincia.
De aquí, que la Guardia Civil, a través de sus Especialistas Fiscales en este caso de la Unidad Territorial de El Vendrell, realizara un seguimiento de la actividad hasta que finalmente se pudo encontrar el punto de distribución exacto en el polígono citado de Tarragona.
Se han instruido diligencias policiales por un presunto delito contra la propiedad industrial, figurando como investigado el titular del establecimiento, habiendo entregado las diligencias y los efectos intervenidos en el Juzgado de Instrucción Nº 3 de los de Tarragona.
La actuación policial se enmarca dentro de las competencias fiscales que tiene encomendadas la Guardia Civil, en este caso para la protección de la propiedad industrial y de los consumidores, evitando el fraude y el contrabando de productos falsificados y protegiendo la salud e integridad física de los usuarios finales, ya que cualquier producto falsificado no cumple con las estrictas medidas de seguridad que se exigen en su proceso.
