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Una pequeña de tres años permaneció el lunes sola abandonada durante siete horas en un autobús escolar, en Sitges (Barcelona). El autobús llegó a las nueve de la mañana a su destino y la menor, por razones que no se saben aún, se olvidó que tenía que bajarse y se quedó dentro.
Hasta las cuatro de la tarde, cuando el autobús hizo el viaje de regreso, nadie cayó en la cuenta que estaba allí. No la vio ni el conductor, ni las dos monitoras que acompañan el recorrido ni ninguno de los 61 alumnos que iban con ella en el viaje.
El Consejo Comarcal del Garraf, en la provincia de Barcelona, es el responsable del servicio de autobús en la zona. Este organismo abrió una investigación para saber qué pudo pasar, porque nadie se explica cómo pudo quedarse sola, sin que nadie se diera cuenta de que estaba dentro del autobús. De momento, las dos monitoras fueron suspendidas de manera temporal hasta que se aclaren los hechos.
Tanto la empresa de transporte como la empresa que contrata a las monitoras tienen 48 horas para dar una explicación al Consejo Comarcal del Garraf. Por suerte, todo quedó en susto, porque la niña se encuentra bien. Hasta las cuatro de la tarde, siete horas después, no se dieron cuenta que estaba en el vehículo.
El autocar iba a empezar el turno de la tarde, el de regreso a casa, cuando un trabajador de la empresa vio que la niña estaba dentro del vehículo. Llevaba su almuerzo y la botella de agua y por fortuna, y a diferencia de los días anteriores, el lunes no hizo tanto calor en la costa barcelonesa.
