Una mujer que sobre las cuatro menos cuarto de la tarde del pasado martes estaba paseando por el Barranc del Comellar, en la zona de Sant Ramon, encontró una motocicleta nueva escondida en medio del bosque, debajo de unos árboles. El vehículo tenía la matrícula arrancada.
Una patrulla de la Guàrdia Urbana se desplazó al lugar y comprobó que la moto Piaggio Lyberti 125 era robada, según la denuncia presentada por su dueña el 17 de febrero. La mujer dijo que la había aparcado delante de su casa y que la moto tenía el bloqueo desde el manillar al asiento. También le robaron la documentación y el casco.