1.200 km para hacer realidad un sueño

Reportaje. Un grupo de seis jubilados y prejubilados empiezan desde la Catedral el Camino de Santiago hacía Finisterre con sus bicicletas

26 mayo 2019 11:56 | Actualizado a 26 mayo 2019 12:04
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«Quiero poder decir con orgullo que a mis 64 años he hecho el Camino de Santiago en bicicleta desde Tarragona», expresaba Paco, uno de los seis valientes que empezaban ayer la que puede ser la aventura de sus vidas.

Tonet, Miguel, Pepe, Paco, Xavi y Enric son un grupo de amigos de la infancia y que, a pesar de que la vida les ha llevado por caminos diferentes, hay una cosa que siempre les ha mantenido unidos: su pasión por el deporte y, más concretamente, por la bicicleta la cual –como no podía ser de otra manera– será su fiel compañera en este reto. Tienen desde los 61 a los 69 años, están jubilados o prejubilados y también están en uno de sus mejores momentos. «Llevábamos años pensando en hacerlo y decidimos que cuando ninguno estuviera trabajando era la oportunidad ideal para cerrar una etapa y empezar otra a lo grande», comentaban con una mezcla de ganas y nerviosismo, ya que después de tanto tiempo de preparación había llegado el momento de cumplir su sueño.

La Catedral de Tarragona era el escenario elegido para empezar este reto y también el fondo para una de las fotos que recordarán siempre. «Como tarraconenses no podíamos salir desde otro sitio. Es el punto más emblemático de la ciudad y para nosotros significa mucho partir desde aquí», comentaba este grupo de amigos.

Peregrinos sobre ruedas

El objetivo es realizar un ruta diferente del Camino de Santiago, con una planificación muy elaborada. Se trata de recorrer 1.200 km, aproximadamente, en 14 etapas con bicicletas de montaña. La primera etapa empezaba ayer sábado a las ocho de la mañana después de que la Catedral les despidiera, un adiós donde con suerte la lluvia no les acompañó. La ruta empezó por La Selva del Camp y siguió por L’Albiol, Prades y Ulldemolins, localidad elegida para hacer la parada del almuerzo. Por último, en la primera jornada acababan entrando por la provincia de Lleida. «No es un trayecto fácil, los desniveles son muy acentuados, pero hay que empezar fuertes», expresaban con entusiasmo estos amigos.

Un equipo con nombre propio

Aunque este sea uno de sus mayores retos, este grupo de amigos ya tiene una larga experiencia en rutas difíciles. «Hemos hecho muchísimas salidas, nos vemos más encima del sillín que en un bar», comentaban. Y es que además de ser un grupo de amigos también han decidido convertirse en un equipo más profesional creando su propio club deportivo liderado por Pepe y que entre risas –aunque con mucho orgullo– decían el nombre de esta agrupación: «Se llama Pepe&friends y nosotros formamos parte del grupo de los jubilados, pero hay muchos más miembros de diferentes edades con sus propias aventuras», explicaban.

Estos seis valientes son la prueba de que la juventud es una filosofía de vida o, como dicen ellos, «somos jubilados pero jóvenes». En cuanto a la preparación de una aventura así, este grupo tiene claro qué es lo más importante: «Tener preparada una buena dosis de moral y, sobre todo, compartir las ganas de conseguir este reto», declaraban. 

Ya tienen su primera foto, la instantánea que marca el inicio de una historia que va más allá del Camino de Santiago o de las rutas en bici. Se trata de la experiencia de cumplir un sueño que hace tiempo pensaban con los que eran sus amigos de la infancia y  que, a día de hoy, se han convertido en fieles compañeros de viaje y serán las caras que verán al conseguirlo.

 Finisterre es el final de esta aventura, del Mar Mediterráneo al Mar Atlántico. De la fuerza y emoción bajo la Catedral de Tarragona a la felicidad y orgullo al llegar a la Catedral de Santiago. 1.200 km por delante y muchas vivencias que contar a la vuelta: «Queremos llegar bien, sentirnos orgullosos de haber hecho bien la faena y poder ldecir que lo hemos conseguido». Sus familias les han acompañado en este proceso y también les han despedido deseándoles suerte y confiando en que conseguirán su reto y que en dos semanas estos seis valientes volverán a casa pensando en su próxima aventura y demostrando que la edad tan solo es una cifra.

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