130 niños se quedan sin plaza en las guarderías municipales de Tarragona

A pesar de que se ha abierto un nuevo grupo de P1 (un año), la demanda sigue creciendo. Entre las posibles razones, la reactivación económica y la apuesta por la educación pública

06 junio 2018 19:44 | Actualizado a 08 junio 2018 16:30
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Para el curso que comienza en septiembre habrá 130 niños cuyas familias no podrán llevarles, tal como esperaban, a una de las nueve llars d’ infants municipales de Tarragona. Es el resumen de un proceso de preinscripción en el que una cosa ha quedado clara: el aumento de la demanda de plazas, especialmente de P1 (un año), grupo en el cual se quedaron 91 niños fuera.

Es el caso de Ona Gibert, madre de un niño que aspiraba a entrar en P1 (1 año) en la Llar d’Infants Cèsar August y que tenía como segunda opción la de l’Arrabassada. En ninguna de las dos encontró plaza. «Me habría gustado que entrara, me interesó su proyecto educativo y tampoco quería una guardería privada porque la mayoría está ligada a la iglesia»

No obstante, finalmente el niño irá a la guardería que regenta una orden religiosa porque necesitaban el servicio. En igual situación se encuentra Miriam, que aspiraba a que su hijo entrara en El Serrallo en P1 pero se quedó en lista de espera. «Nos habían hablado muy bien, la fui a ver y me gustaron las instalaciones, el espacio exterior y que estuviera todo tematizado con elementos de Tarragona... Mi pareja se oponía especialmente a una opción religiosa», aclara. Ella también tirará de privada.

No todas las zonas son iguales

Pero, ¿qué hay detrás de esta demanda insatisfecha que sigue creciendo? Hay que tener en cuenta que el curso actual ya se quedaron 105 niños sin plaza en alguna de las guarderías municipales en que se prescribieron aunque también se quedaron 38 plazas sin asignar (el curso que viene, 40) bien porque no eran del curso que los padres necesitaban o no estaban en su zona.

Francesc Roca, concejal de Educación, y Montserrat Fortuny, directora del Institut Municipal d’Educació, IMET, consideran que una de las claves de este aumento de la demanda es, justo como comentaban las madres consultadas, la apuesta por la educación pública. De todas formas, aclara, la demanda no es igual en todas las zonas de la ciudad y ya desde hace unos cursos se ha visto cómo hay algunas donde hay más familias con niños y la demanda es superior: El Serrallo, El Miracle, L’Arrabassada y el Cèsar August. En esta última, de hecho, se abre una nueva línea de P1 el curso que viene, pero también se ha llenado y han quedado niños fuera. 

Otro factor a tener en cuenta es, además, las bonificaciones a las que pueden acogerse las familias según su situación económica y que pueden llegar incluso a un 90% de bonificación. Para Fortuny, hay que tener en cuenta que se trata de un servicio público y no sólo de un recurso para la conciliación de las familias. Asegura que hay que verlo como una inversión para garantizar la atención en una etapa crítica del desarrollo de los niños especialmente en zonas menos favorecidas. 

Eso sí, admite Fortuny, han comenzado a contactar con expertos para conocer la mejor manera de planificar estos servicios en la ciudad. De hecho, uno de los problemas es que la gente está llevando a los niños más pronto a la guardería, en P1, y justo en este grupo el máximo de niños es de 13. Por contra, en el curso siguiente, P2, no sólo hay más clases, sino que los grupos pueden ser de hasta 20 plazas. Esta estructura de pirámide tampoco ayuda. Además, en 5 de las 9 llars no hay oferta de P0 (0 años). 

Francesc Roca, por su parte, considera que hay que tener en cuenta que parte de la demanda tendría que ver con cierta reactivación económica y con más padres y madres con necesidad de conciliar el cuidado de los niños y el trabajo. En vista de la demanda, está convencido de que ambas administraciones, la municipal y la autonómica, deberán estar dispuestas a contemplar la apertura de nuevos espacios o la ampliación de los ya existentes.

Las privadas también

Pero el hecho de que la demanda crezca en las guarderías públicas tampoco implica que las privadas, una docena en la ciudad, estén menos llenas. De cualquier forma, es imposible saberlo porque el dato no es público. No obstante, es significativo que las dos guarderías con las que hablamos, Xino Xano y Jaicar, han estado al completo este curso. De cara al curso que viene no han cerrado inscripciones, pero justo esta última ha decidido ampliar espacios al unirse con la guardería de Teresianes y abrir en un nuevo local.

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