Tarragona

Viaje de tres días a una época pasada

La 5ª edición de la Trobada de Gegants Medievals protagonizó el momento más multitudinario del Mercat Medieval, celebrado este fin de semana

Las ´gralles´ y los tambores hicieron bailar a todos aquellos presentes en la puerta de la Catedral.

Las ´gralles´ y los tambores hicieron bailar a todos aquellos presentes en la puerta de la Catedral.Foto: Lluís Milián

Carla Pomerol
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El rey Alfons y la reina Loreto, gegants de Sant Pere de Vilamajor, fueron algunos de los protagonistas de la mañana de ayer. Les acompañaban los Gegants de Cervera, los de Salou, los de Amer (La Selva) y los anfitriones, los gegants del Casc Antic de Tarragona. Y es que con la quinta edición de la Trobada de Gegants Medievals, llegó el momento álgido del ya tradicional Mercat Medieval de la Part Alta de Tarragona. Todos los gegants que participaron en el encuentro tenían un denominador común: eran personajes de la época Medieval, como por ejemplo reyes, campesinos o arlequines.

Pero esta no fue la única distracción de la mañana. Ayer, las más de 80 paradas del Mercat Medieval tuvieron más trabajo que nunca. No cabía ni una aguja. Lo cierto es que el espacio quedaba pequeño. En el Pla de la Seu y en las calles de su entorno se podía comprar quesos de todo tipo, embutidos, cremas de cosmética artesanales, bisutería hecha a mano, pasteles apetitosos y hasta cerveza artesanal. Los ojos de los presentes no daban al abasto con tanta variedad de productos. Según el presidente de la Associació Medieval de Tarragona –entidad organizadora–, Josep Maria Valderrama, «una de las intenciones de este mercado es mostrar productos distintos a los que estamos acostumbrados, como por ejemplo relojes de arena o mujeres que adivinan el futuro a través de un péndulo.

Y no era broma. Justo en el medio del Mercat Medieval se encontraba Pepi, que venía desde Igualada. Pepi aseguraba tener el poder de adivinar el estado de ánimo y el futuro de quien se lo pidiera, con solo un péndulo. «Este método de leer el futuro es el más antiguo», explicaba. Quien quería probarlo entraba con Pepi en un habitación improvisada para la ocasión, pagaba diez euros y podía preguntar y estar el rato que quisiera. Todo un lujo para los más místicos.

Otras actividades

Esta es la 21ª edición del Mercat Medieval. Desde hace ya unos años, las actividades complementarias al mercado, protagonizan las jornadas. Ayer por la tarde fue el torno del teatro en la calle y de la música de la formación Sons de la Cossetània. Hoy, último día del mercado, se podrá disfrutar del grupo de folk Taudell y de espectáculos de malabares y de trapecistas. La organización tiene previsto que visiten el Mercat Medieval más de 15.000 personas.

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