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Educación

El último día de la Escola Arquitecte Jujol de Els Pallaresos, mucho más que una escuela

Este viernes es el último día de clases para unos 128.000 alumnos en la demarcación de Tarragona, pero hay 129 que el curso que viene no podrán regresar a su escuela de toda la vida. Son los de la Escola Arquitecte Jujol de Els Pallaresos que hoy cierra sus puertas definitivamente

Maestros y padres de diferentes etapas de la Escola Arquitcte Jujol con el 'gegant' de la escuela.Marc Bosch

Norián Muñoz

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Este viernes acaban las clases para unos 128.000 alumnos de los ciclos de infantil, primaria, secundaria y FP básica de la demarcación de Tarragona; pero hay 129 que el curso que viene, no volverán a su escuela de toda la vida. Son los niños de la Escola Arquitecte Jujol que, después de 19 años de andadura, cierra sus puertas definitivamente.

La escuela nació en el curso 2006-2007 para dar respuesta al aumento de la natalidad en el pueblo de Els Pallaresos. El centro nació (y cierra) en barracones. Estaba previsto que tuviera una sede permanente; había proyecto y hasta un terreno, pero la crisis y los recortes dieron al traste con la promesa

En el curso 2022-2023, la misma natalidad que hizo que se fundara, la condenó al cierre. Se cerró la línea de I3 (Infantil 3, antes P3) y los siguientes cursos fueron 'subiendo' solo los niños que ya estaban en la escuela y sus hermanos. Como referencia, si en 2010 nacieron en el pueblo 70 niños, en 2023 (último dato del Idescat) eran 22.

Pero este jueves por la tarde, antes de la última fiesta de fin de curso, bastaba con  ver a los alumnos correteando entre los módulos decorados a lo largo de los años para constatar que una escuela es mucho más que un espacio físico. La presidenta del AFA, Teresa Soria, lamentaba que las familias entienden que la decisión es cuestión de dinero, pero les habría gustado que les escucharan, "parece que la administración ni pregunta ni da explicaciones"

En la escuela nos define la resiliencia, lo nuestro ha sido un esfuerzo de adaptación constante"

Entre todos están transmitiendo a los niños que el cambio será positivo, pero no pueden ocultar cierta sensación de duelo. El año que viene los alumnos estudiarán en la otra escuela del pueblo, la Sant Sebastià. En el caso de los profesores solo irán los que tienen plaza definitiva.

Familias mirando fotos de la escuela desde su fundación en 2006.Marc Bosch

Cinco alumnos de quinto de primaria se prestan a enseñarnos la escuela mientras los adultos, padres y maestros (algunos de etapas anteriores) se funden en abrazos y salta alguna lágrima. Nos llevan en primer término a la sala de 'psico' (psicomotricidad) donde se lo pasaban pipa cuando iban a infantil. De allí al gallinero, donde uno se percata de que hay un huevo; y al huerto, donde nos dan a probar un tomatito haciendo una excepción a la norma que dice que todo lo que se cosecha es para todos "¿a que está buenismo?",  preguntan. Ellos también tratan de contener las emociones, "me parece mal que se cierre la escuela, a mí me habría gustado acabar aquí", reconoce uno.

Maquetas de algunos proyectos de la escuela que han sido premiados este año.Marc Bosch

Aurora Pelejà, la directora, explica entre abrazo y abrazo que lleva 14 años en la escuela, 10 de ellos como directora. Para ella estos días han sido un carrusel de emociones, "es que en el día a día de una escuela se tocan muchos corazones", describe. Cree que si algo ha definido a esta escuela es la resiliencia, "lo nuestro ha sido desde siempre la adaptación, tal vez sean cosas de funcionar en una sede provisional", apunta.

El centro está reconocido como escuela verde y han ganado premios por sus proyectos hasta el último momento. Hace unos días fueron a Barcelona a los mSchools Awards donde su proyecto 'Descobrint Jujol' fue el más votado por el público en la gran final. En el vídeo que lo acompañaba una niña expresaba su deseo de que "se sepa que aquí hubo una escuela".

En la verja del patio todos se afanan por encontrarse entre las fotos que resumen la vida de la escuela. "¡Qué pequeña!", exclama conmovida una joven que hoy va a la universidad. Tiene 19 años, como la escuela. En el sitio quedará un banco de cemento decorado con mosaico en recuerdo de todo lo vivido.

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