Medioambiente
La planta autóctona que está en peligro de extinción en Tarragona
Se trata del Limonium, una especie que está siendo ocupada por especies exóticas invasores, como la uña de gato o los cactus

Participantes contemplando el Limonium.
Que a nadie se le ocurra arrancar un planta que hace una especie de flor entre lila y rosa, mientras pasea por el camino de ronda que une las playas Miracle y Arrabassada. Se trata de una planta que se llama Limonium, es autóctona y se encuentra dentro del catálogo de flora amenazada. Para que nos entendamos, está en peligro de extinción. Las responsables son las plantas exóticas invasoras, que ocupan su espacio y les roban alimento y nutrientes. Así de contundente lo explicaba ayer Eduardo Soler, gerente de Limonium, durante una excursión que impulsó el Ayuntamiento de Tarragona dentro del proyecto GreenBelt’26.
Es un programa que busca fomentar la biodiversidad y el medio ambiente para renaturalizar los espacios urbanos de la Anella Verda de la ciudad. La idea es seguir apostando por la zonas verdes. Para ello, es necesario conocer de primera mano cómo es nuestro entorno. Y es alucinante lo que llega a haber.
La ruta de ayer, dirigida por la empresa Limonium, se centró en la zona rocosa que une la playa del Miracle con la de L’Arrabassada. Tres expertos hicieron una radiografía de la fauna, la flora y de los fósiles que teníamos delante.
A parte del Limonium, hay otras plantas autóctonas como el lentisco y el palmito, que llenan las rocas de L’Arrabassada. Esta última es la única palmera europea. Todas estas especies están amenazadas por culpa de las plantas exóticas invasoras como es el caso de la uña de gato o de los cactus.
«En la mayoría de casos, estas plantas invasoras nacen porque hay quienes las plantan con fines ornamentales dentro de sus jardines. Es lo que se conoce como el fenómeno de dispersión de las semillas», explica Andrea Camacho, ambientóloga y técnica de comunicación de Limonium.
El problema de estas especies es que quitan el espacio a las plantas autóctonas y les roban los pocos nutrientes que hay en terrenos tan rocosos como el de L’Arrabassada.
Para mantener estos pequeños tesoros, hay que seguir dos recomendaciones. La primera es respetar la natura y no arrancar plantas que nos gusten. La segunda es vigilar lo que plantamos en los jardines, buscando siempre un experto que nos alerte de los posibles peligros para el medio ambiente.
Diente de tiburón
En la ruta no solo se habló de plantas, también de fósiles que quedaron sedimentados en estas rocas hace millones de años. Vimos moluscos, erizos y restos de huesos. Pero lo más alucinante fue contemplar un diente de un megalodon, una especie de tiburón, que llegó hace muchos años hasta la costa tarraconense.

Fósiles en las rocas.
«De los tiburones solo se conservan los dientes, que se van renovando prácticamente cada vez que muerden. Las corrientes llevaron esta hasta aquí», explica Alex Ossó, experto en fósiles.
A nivel de aves pudimos encontrar cormoranes, un pájaro negro, que vuela rápido y que tiene el cuello largo. En nuestro litoral también hay gaviotas. La más destacada la gaviota de Audouin, que estaba en declive total y que gracias a la población que hay en Tarragona y en el Delta del Ebro vuelve a proliferar.
Entre los insectos, el experto Guillem Giner nos alertó de la presencia de la avispa asiática, es invasora y se carga las abejas autóctonas. También hay dragoncito rosado y el escorpión negros. Estos dos últimos no los pudimos ver.