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¿Un hotel en el Banco de España impulsaría el turismo de Tarragona?
El sector empresarial, convencido de que la inversión permitiría que la ciudad sea "destino premium", reforzando la apuesta por los congresos, el patrimonio y el comercio
El antiguo edificio del Banco de España está cerrado desde hace 22 años
Rehabilitar el Banco de España para que la Rambla Nova albergue un hotel de «alta calidad» situaría a la ciudad de Tarragona como un «destino premium». Así de claro se muestra mayoritariamente el sector económico de la ciudad, después de que ayer trascendiera que el ayuntamiento ha recibido, entre otras propuestas, el interés de un grupo empresarial para convertir el edificio del número 101 de la Rambla Nova en un establecimiento de «máximo nivel».
El inmueble, que está cerrado desde el 31 de diciembre del 2003, cuenta con unos 3.000 metros cuadrados, que podrían verse incrementados con una posible edificabilidad en la parte posterior del recinto, en la parte que ahora es una zona verde.
«Puede dinamizar el turismo, el comercio y los congresos»
Jordi Ciuraneta,
Pimec
«Un edificio con tanto valor patrimonial, en una ubicación tan céntrica, puede ser una oportunidad inmejorable para dinamizar el sector turístico y el comercio local», indica el presidente en Tarragona de la patronal Pimec, Jordi Ciuraneta, quien añade que, además, la posible apertura del negocio podría «reforzar el potencial de congresos, que en Tarragona todavía es incipiente».
Desde la entidad que representa a la pequeña y a la mediana empresa se valora que la colaboración público–privada puede ser la «clave» para «garantizar» la «viabilidad económica y la sostenibilidad» de un proyecto que «no solo debe preservar el patrimonio histórico, sino también generar ocupación, actividad económica y dar un valor añadido a Tarragona como ciudad turística y comercial».
«Posicionará a la ciudad como un destino de primer nivel»
Francesc Pintado,
Associació Hosteleria
«Sería la bomba»
De manera optimista se expresa también el presidente de la Associació d’Empresaris d’Hostaleria de Tarragona (AEHT), Francesc Pintado. «Un hotel en el Banco de España será espectacular, la bomba. Tiene una arquitectura única, es un edificio emblemático», resalta el dirigente de la patronal, quien reivindica que, más allá de que a la ciudad «le faltan plazas hoteleras», un negocio de estas características «posiciona como un destino de calidad, de primer nivel», ya que atrae a turistas «de alto poder adquisitivo, muy interesados en el patrimonio, el comercio y la gastronomía».
«El interés de estas empresas demuestra el potencial de TGN»
Raquel Pizarro,
La Via T
Desde el sector de la restauración, Javier Escribano –presidente de la patronal en la ciudad– indica que pese a considerar que el espacio debería tener «usos públicos», sí que cree que «es bueno ampliar plazas hoteleras», lo que «dará más empleo y trabajo al sector». En esta línea, espera que la futura apertura sea un «empujón» hacia la desestacionalización para «incrementar la actividad entre los meses de octubre a abril».
Dudas en Cambra y Oci Nocturn
La presidenta de la Via T, Raquel Pizarro, destaca que el interés de empresas de primer nivel por invertir en la ciudad «demuestra el potencial que tiene Tarragona». Asimismo, la representante comercial cree que, para su sector, el negocio «sería un refuerzo» para tener presencia «quality premium».
«En Teruel, el Banco de España es un lugar para eventos»
Laura Roigé,
Cambra de Comerç
El ámbito empresarial, el presidente de la Cepta, Xavier Rigau, cree que el hecho de captar a un «turismo de calidad» será un «punto de atracción» para «contar con eventos de gran nivel».
La otra cara de la moneda son la Cambra de Comerç y el Oci Nocturn. «La propuesta de hotel es sorprendente. Debe madurarse bien para que no sea una nueva ocurrencia», indica la presidenta del ente cameral, Laura Roigé, quien recuerda que, hace años, su entidad propuso que Esade valorara invertir en el edificio. Roigé destaca que «en Teruel, el antiguo Banco de España es ahora un lugar para eventos que funciona muy bien».
Christian Compte, desde la Associació de l’Oci Nocturn, pide «no tratar a este edificio como un solar más», ya que «es la joya de la corona para la proyección internacional de la ciudad». Por ello, apostaría por convertir el recinto en un museo de arte. Tras 22 años en el exilio, el edificio de 1929 parece vislumbrar la amnistía en el horizonte.