La lucha contra las palomas: el Ayuntamiento de Tarragona multa siete veces a una empresa de grano

El Ayuntamiento de Tarragona insiste en la lucha contra las palomas y sigue vigilando de cerca aquellas naves que almacenan grano y que funcionan como comedor para las palomas de toda la demarcación. En esta línea, el Consistorio ha puesto un total de siete multas a una empresa del Polígon Francolí, por no reunir las condiciones necesarias y por realizar una actividad sin estar legalizada. 

La compañía sancionada se llama Ership, tiene la sede principal en el Moll de Castella del Port de Tarragona y cuenta con unas naves donde almacena grano en el Polígon Francolí. Las sanciones que ha puesto el Ayuntamiento se centran en los depósitos ubicados en el polígono. Según fuentes municipales, se está llevando a cabo una actividad sin la licencia necesaria y, para conseguir el permiso, deben antes adecuar las naves.

Las instalaciones no están en condiciones, cosa que hace que las palomas acceden con facilidad a los graneles, proporcionándoles alimento. 

La empresa tiene varios expedientes abiertos por esta causa y el Consistorio le ha concedido una prórroga para adaptar las naves a la normativa. Lo más importante es que estos silos queden cerrados para evitar así el paso de las aves. De esta manera, la empresa conseguirá tener los informes favorables para poder seguir con la actividad.

Por su parte, Ership, empresa que opera en 40 puertos de Europa, ha preferido no pronunciarse. La Autoritat Portuària ha confirmado que las naves que la compañía tiene en el Port cuentan con todos los permisos y licencias al día.

Frente común

Centrar la atención en las empresas de grano forma parte de la hoja de ruta compartida entre el Ayuntamiento y el Port de Tarragona para eliminar el 75% de las palomas en los próximos tres años. 

El origen del plan tiene que ver con un informe elaborado por un experto, que dejaba claro que las palomas llegaban a Tarragona atraídas por el alimento que se encontraban en las naves de grano del Port y de los polígonos industriales. 

No solo porque los silos están abiertos -cosa que hace que las aves puedan acceder a los graneles sólidos con mucha facilidad-, sino también por la pérdida de producto en el momento de su transporte. Los cereales quedan esparcidos por la carretera y las palomas se aprovechan.

Por todo ello, el Port de Tarragona ha ideado un plan para minimizar la presencia de palomas en la ciudad y en sus instalaciones. Para empezar, se obligará a las empresas portuarias a mejorar el cierre de sus naves y se incrementará la limpieza de los muelles. Además, se trabajará con protocolos de actuaciones para las empresas y se incidirá en la formación de los equipos.  Por su lado, desde el Ayuntamiento se trabaja con el nuevo contrato contra las plagas, que apostará por medidas de carácter preventivo, como por ejemplo, la instalación de redes protectoras. 

Además, el Consistorio tiene el compromiso firme de identificar los principales palomares de la ciudad. El último recuento decía que había unos 400 puntos negros, de los cuales se habían abierto unos 30 expedientes. El Ayuntamiento tiene la mirada puesta tanto en particulares como en empresas. El plan sigue adelante.