311 mujeres portan un aparato para activar si están en peligro

Más de la mitad de las víctima atendidas por Creu Roja en el programa Atenpro cree que corre elevado riesgo de ser agredida y el 80% no se puede relacionar con su familia

12 octubre 2017 10:26 | Actualizado a 12 octubre 2017 10:27
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A simple vista parece un teléfono móvil cualquiera, pero en realidad es un dispositivo que permite a las víctimas de violencia de género avisar, con sólo apretar un botón, que están en peligro porque su agresor se acerca, pero también si, por ejemplo, la angustia las supera.

Es el programa Atenpro (Atención y protección para víctimas de violencia de género) del Ministerio de Sanidad que gestiona Cruz Roja y que en la demarcación de Tarragona cuenta con 311 beneficiarias.

Zaida Román, una de las técnicas del proyecto, explica que para estas mujeres es un elemento de seguridad, «saben que van a ser atendidas». No es un dato menor, teniendo en cuenta los números de un informe realizado por la entidad con las usuarias del programa (18.942 en España) donde se refleja que más de la mitad cree que corre un elevado riesgo de volver a ser agredida y un 35% considera que sus hijos corren el mismo peligro.

El mismo informe apunta que el 88,7 por ciento de las mujeres atendidas ha sufrido violencia física, el 61,7% de tipo sexual, el 96,7% psicológica  y el 70% de control de la economía doméstica. Y no son las únicas. El 67% de los hijos de las mujeres que están en el programa han sufrido algún episodio de violencia y más del 23% padece estrés postraumático. 

En el año 2016 en la demarcación de Tarragona se denunciaron 2.067 situaciones de violencia de género, la cifra más baja desde 2007; y 904 de ellas obtuvieron una orden de protección. Desde el año 2003 y hasta el mes de julio de este año han muerto en la demarcación 27 personas como víctimas por este tipo de violencia. 

Condenadas al aislamiento

Pero tal vez uno de los aspectos menos evidentes del maltrato es el aislamiento social que padecen las víctimas. De hecho, un 80% refería que no podía relacionarse con sus familiares, y un porcentaje similar tenía controlado el uso del teléfono móvil o las redes sociales.

Explica Román que los motivos del aislamiento son muchos. En algunos casos se trata de mujeres que son de fuera, otras no quieren angustiar a su familia y muchas viven sin apenas salir de casa por miedo a un nuevo ataque de sus maltratadores. 

Allí es donde entra el teléfono. Si la mujer pide ayuda o llama y no habla pero se escuchan ruidos se activan los servicios de emergencia, pero también se puede llamar para resolver dudas o recibir apoyo emocional (en el equipo hay psicólogos).

Aunque Cruz Roja se encarga de la gestión, es Servicios Sociales quien asigna a las mujeres al programa. En Tarragona se ha atendido a 2.194 mujeres desde el año 2005.

Para entrar en el programa no hace falta contar con una orden de alejamiento, pero sí haber efectuado una denuncia. Román apunta que en Tarragona Cruz Roja, además de gestionar los dispositivos, atiende personalmente a mujeres que necesitan asesorarse antes de poner una denuncia y también cuentan con distintos programas de formación y empleo.

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