7 de cada 10 titulados de la URV encuentra un trabajo acorde con su formación

Un estudio muestra que la mayoría de los egresados comienzan a trabajar en los primeros meses. Las mujeres, no obstante, ingresan en peores condiciones al mercado laboral

01 diciembre 2021 20:49 | Actualizado a 03 diciembre 2021 06:27
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El 70% de los alumnos que se gradúan en la Universitat Rovira i Virgili, URV, consigue un empleo acorde con su formación entre los primeros tres y seis meses de haber terminado los estudios.

Son algunos de los resultados preliminares del estudio de ocupabilidad que la institución realiza por primera vez. Para ello han cruzado los datos, de manera anónima, de sus alumnos con los datos oficiales de la administración. Esto permite no solo saber si están trabajando o no, sino también el tipo de contrato que tienen y las características de la empresa en la que trabajan.

Ferran Mañé, adjunto para la ocupabilidad de la URV, explica que el trabajo, que se encuentra en su fase final y que fue presentado recientemente al claustro, es un promedio de los últimos catorce años con el fin de tener datos independientemente de los ciclos económicos.

Otro de los hallazgos que se estudiarán con detenimiento es el hecho de que las mujeres entran al mercado laboral en peores condiciones que los hombres, en especial porque ellas comienzan con más trabajos a tiempo parcial y peores salarios. «Inicialmente hay unas condiciones relativamente peores que no tienden a igualarse, sino a permanecer y multiplicarse... Es preocupante, tendremos que trabajar en estos datos», señala Mañé. El dato no deja de ser llamativo teniendo en cuenta que hay más graduadas que graduados.

Ellas representan en torno al 60% y ellos, el 40%.

Una de las hipótesis a estudiar, señala Mañé, tendría que ver con el hecho de que las mujeres eligen titulaciones con peores condiciones laborales y de sueldo.

En general, apunta, el graduado universitario tiene una capacidad muy buena de inserción laboral y de adaptación, ya que el número de quienes realizan labores de poca cualificación «es mínimo».

Aseguró que este estudio, que se seguirá realizando de manera periódica, servirá para ver cómo adaptar la formación a los requerimientos del mercado e identificar tendencias.

La realidad pre-pandemia

Los datos del estudio propio que está realizando la universidad se complementan con los de la encuesta que realiza la Agència per a la Qualitat del Sistema Universitari de Catalunya (AQU) en base a cuestionarios que responden los titulados de las diferentes universidades catalanas.

La última encuesta se realizó el año pasado, justo antes del estallido de la pandemia, y en ella el 87% de los consultados de la URV tenía empleo, un promedio similar al de Catalunya (89%). Se encontró, además, que el 85% de los que trabajan realizan funciones universitarias. 

Los datos de la encuesta, estudio por estudio, son de acceso público y pueden consultarse en la página web de AQU, donde además pueden verse los datos de inserción y de satisfacción en comparación con el resto de universidades públicas catalanas que ofrecen los mismos estudios. Hay además resultados de máster y doctorado.

Si se buscan los datos de la URV para el 2020 destacan claramente los estudios de medicina, en los cuales el 97,6% de los encuestados decía tener empleo y todos trabajaban en tareas universitarias. La proporción está muy cerca a la que tienen las ingenierías relacionadas con la informática, donde un 97,2% trabaja, o la ingeniería industrial, el 97,1%.

Por contraposición, igual que sucede en el conjunto de Catalunya, tienen peor inserción los titulados en Historia: un 50% tiene empleo y un 26% de los que trabajan lo hace en funciones no universitarias.

El sino de una generación

Pese a que queda demostrado que los jóvenes universitarios tienen una buena perspectiva de empleo, Mañé insiste en que no dejan de pertenecer a una generación que lo ha tenido muy difícil. «Tenemos un problema de país en los procesos de entrada al mercado de trabajo y de desarrollo profesional de los jóvenes. En el mercado de trabajo, donde las condiciones laborales antes eran más próximas a las del adulto, las mismas se deterioraron durante la crisis (de 2008) y no se ha recuperado del todo la situación previa».

En lo que se refiere al panorama que plantea la pandemia, la información analizada por el Observatori de l’Ocupació de la URV deja ver que el nivel de ocupación de las personas con formación universitaria se está recuperando de manera satisfactoria, aunque «habrá que estudiar si los jóvenes que han entrado al mercado de trabajo durante la Covid sufrirán alguna situación permanente en el ámbito laboral». Es lo que se conoce como ‘cicatriz laboral’.

Mañé también destaca las acciones relacionadas con la empleabilidad que se están llevando a cabo en la URV, como por ejemplo el aula de aprendizaje para estudiantes de máster en el campus virtual, la próxima puesta en funcionamiento de la nueva plataforma de la bolsa de trabajo y la incorporación de la formación dual. Y también ha enumerado los retos: ampliar el apoyo a los estudiantes de máster en la mejora de su empleabilidad y la creación de redes profesionales; mejorar la formación en competencias para ajustarse a las necesidades de las empresas; desarrollar la oferta de formación dual y evaluar periódicamente la situación laboral de los graduados.

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