El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Juegos
«Ánimo». «Esto lo remontaremos». Son algunas de las frases que casi al oído, acompañadas de abrazos y sonrisas compasivas, le susurraban a Albert Abelló a eso de las diez de la noche, cuando llegó al cuartel general de CiUen el Ciutat de Tarragona. Tras saludar casi uno a uno al centenar de –decepcionados– militantes, se dirigió a ellos:«Son momentos muy duros. Ver un resultado tan desagradecido después de haber trabajado tanto te hace pensar en qué has hecho mal», comenzó reflexionando.
Pero pronto quiso virar hacia el optimismo:«Si hoy no teníamos que ganar, ya nos va bien este resultado. Es un buen inicio. Aveces la única manera de saber ganar es haber perdido antes. Y hoy realmente hemos perdido», dijo, para añadir:«Es evidente que no hemos hecho cosas bien, y que no nos ha favorecido el contexto político general. Pero no pasa nada. Dentro de cuatro años ganaremos. Nos lo tenemos que creer. Esta vez hemos tenido poco tiempo, pero ahora tenemos cuatro años para hacer el trabajo bien hecho», analizó.
Por sus palabras ante la militancia ya se intuía, pero por si acaso Abelló confirmó después ante los medios que no piensa dimitir: «No se me pasa por la cabeza. Sería ilegítimo y no respondería a la confianza que miles de personas han depositado en mí».
Críticas internas en las redes
Casi a la misma hora, en Twitter, la fractura interna de CiUa nivel local se hacía más cruda y evidente que nunca. «Brindo por los que nos vendieron por medio kilo de sardinas», publicó la aún concejal Maribel Rubio. «Os felicito. Somos quinta fuerza en Tarragona. Es lo que pasa después de tantas mentiras», dijo, por su parte, Robert Vendrell.
