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Hace semanas que sorprendieron a muchos cuando sobrevolaban por la zona del polígono industrial de L’Albornar y más concretamente sobre terrenos de las pistas de investigación del automóvil Idiada.
La pareja de águilas perdiceras ha anidado en la sierra del Montmell pero ha establecido como zona de caza el entorno del polígono en la zona de La Bisbal del Penedès.
Sorprende la presencia de las rapaces ya que es un área densamente urbanizada y con actividad porque esta especie busca zonas tranquilas y sin presión humana. Por ello la pareja de águilas perdiceras llegó a la zona durante las semanas del obligado confinamiento que minimizó la actividad humana y con ello las aves se sintieron seguras.
Doce líneas
La presencia de las aves de una especie protegida y de gran valor ha motivado que la compañía eléctrica Endesa haya reforzado doce líneas eléctricas implantadas en esos terrenos para evitar que puedan afectar a las rapaces.
Las estructuras en las que se ha intervenido son las que podrían ser más sensibles para la pareja de rapaces. La intervención se ha hecho en coordinación con los agentes rurales y el Institut per la Conservació dels Rapinyaires (ICRA), que velan por la protección de las aves.
Margarita Díaz Varela, responsable de Medio Ambiente de la compañía en el área de distribución, explica que desde el territorio se avisa a la compañía de la presencia de fauna «y se toman las medidas necesarias para la protección en la zona de la línea más sensible».
Endesa ha invertido 22.000 euros para reformar las líneas eléctricas de media tensión que pasan por la zona donde vuela la pareja de perdiceras. El trabajo consiste en colocar dispositivos de seguridad que aumentan la distancia entre los elementos de tensión para que las aves que se posen, al desplegar las alas para remontar el vuelo, no se electrocuten.
La pareja de águilas ha pasado a ser un símbolo de la biodiversidad de la zona por lo que han logrado una implicación para garantizar su cuidado. Es la segunda pareja de perdiceras que se ha localizado en la comarca asentadas en las montañas de La Bisbal.
La rapaces habrían escogido como territorio de caza la zona próxima al polígono por la gran presencia de conejos. Los roedores ya provocaban daños en los cultivos por lo que las águilas ayudan a controlar su número.
Conservación
El ICRA ha informado de la presencia de las rapaces a la Societat de Caçadors de la Bisbal del Penedès para implicarles en la conservación por los beneficios que tienen.
Endesa firmó un convenio con la Generalitat para implantar acciones de protección de las aves. Cuando se detectan zona sensibles se interviene en las torres que atraviesan por áreas de rapaces. Además de evitar electrocuciones también es una manera de actuar contra los incendios que en algunos casos han provocado la caída de las aves que han impactado con los cables eléctricos.
