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Los vecinos de la zona de la estación de tren de Tarragona han soportado en las últimas semanas las molestias causadas por el inicio de las obras de reforma de la instalación, que en su mayoría se han llevado a cabo de noche para no tener que interrumpir el tráfico ferroviario. Pese a que los ruidos han generado notables molestias y han motivado quejas, en general tanto los afectados como también el Ayuntamiento y Adif asumen que se trata de un peaje ineludible para la dignificación de la estación, largamente reivindicada.
Según explican quienes residen en las inmediaciones de la infraestructura, desde que se iniciaron los trabajos, las noches en el barrio se han traducido en fuertes ruidos como golpes de martillo, taladradoras y radiales, entre otros.
La postura de Adif
Sin embargo, Adif asegura que este tipo de obras deben hacerse en horario nocturno, ya que es la única vía posible para no interrumpir la circulación de trenes.
Además, también entran en juego los motivos de seguridad requeridos y el hecho de querer evitar que los pasajeros tengan que hacer transbordos y coger autobuses. «La decisión de hacer las obras nocturnas está tomada principalmente para evitar las molestias a los pasajeros», asegura Adif. No obstante, «entendemos perfectamente la situación y lamentamos mucho las molestias, pero no hay más remedio», aclara Adif.
La empresa ferroviaria asegura que esta primera parte problemática de las obras está a punto de finalizar, puesto que está previsto que termine el próximo fin de semana. Una vez acabada esta primera fase, empezarán con la ampliación del andén, que ya podrá hacerse de día, como la gran mayoría de las obras restantes.
Además, Adif asegura que las obras con elevada intensidad acústica únicamente se han hecho en fin de semana y esperan que en los próximos meses no tenga tanta afectación sobre el conjunto del vecindario. Para ello, han «informado debidamente» colocando carteles avisando de las reformas y, ante todo, pidiendo disculpas.
‘Seamos coherentes’
Rosa Puig, la presidenta de la Associació de Veïns del Barri del Port, lamenta el ruido de las obras y entiende las quejas vecinales, pero también reconoce que durante el día hay mucho tráfico, y sería un grave problema que se tuviese que cortar la circulación de trenes. Además, «el último tren sale a partir de las nueve de la noche, y entiendo que esa es la hora más adecuada para hacer las obras, así que debemos ser un poco coherentes y pensar que es un beneficio a largo plazo para todos», cuenta.
Asimismo, asegura que con estas reformas «buena parte de las deficiencias quedarían suplidas, pero no será suficiente para cubrir todas las carencias que presenta la estación desde hace tantos años».
La postura del Ayuntamiento
Desde el Ayuntamiento, el concejal Alejandro Fernández, portavoz municipal del PP, se muestra comprensivo hacia las quejas de los vecinos del Barri del Port, aunque a la vez destaca que se trata de un peaje ineludible: «Entiendo perfectamente a los vecinos de las proximidades de la estación de tren, pero por desgracia hay obras de la remodelación que sólo pueden hacerse de noche para no paralizar trenes. Llevábamos demasiados años esperando esta obra y ahora que por fin la hemos conseguido pedimos un poquito de paciencia a los vecinos», asegura el concejal de Estratègies de Ciutat.
