Adiós a Juan Marsé, el escritor vinculado a Calafell

El guionista, periodista y uno de los autores más destacados de la narrativa española del siglo XX, que retrató la Barcelona olvidada de la posguerra, fallece a los 87 años. 

19 julio 2020 18:45 | Actualizado a 19 julio 2020 18:53
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El escritor Juan Marsé (Barcelona, 1933), figura clave de la literatura española de las últimas décadas, falleció el pasado sábado en la Ciudad Condal a los 87 años. Marsé, quien deja para la posteridad una obra crítica con una sociedad clasista y en la que retrata las barriadas olvidadas de la Barcelona de posguerra, ganó algunos de los premios más notables de las letras españolas, entre ellos el Biblioteca Breve, el Planeta o el Nacional de Narrativa. 

De formación autodidacta, sus orígenes obreros marcaron sus principios y su voluntad de dar voz a aquellos seres humildes, perseguidos, marginados o perdedores que poblaban la Barcelona menos glamurosa, y que contrapuso con los representantes y las costumbres de la sociedad burguesa. 

Su verdadero nombre fue Juan Faneca. Al morir su madre en el parto, lo adoptó un familia de payeses del barrio barcelonés de Gracia y a ella debe el apellido que le ha convertido en uno de los autores más reconocidos. A los 13 años abandonó los estudios para trabajar en una joyería y muy joven hace sus primeras incursiones en el mundo literario. En 1958 gana el Premio Sésamo de Cuentas con Nada para morir. Pero la dedicación exclusiva a la literatura tardaría aún. En 1960 se fue a París para trabajar como profesor de español, traductor de películas, guionista y como ayudante de laboratorio en el Departamento de Bioquímica del Instituto Pasteur. 

Sería en 1965, gracias a Últimas tardes con Teresa, cuando Marsé abandonó el oficio de joyero para empezar a colaborar con editoriales, traducciones y guiones de cine. La oscura historia de la prima Montse (1970), Si te dicen que caí (1973), no publicada en España hasta 1976 por la censura franquista, y La muchacha de las bragas de oro (1978), con la que ganó el Planeta y ligada a la localidad de Calafell, son las obras que comienzan a configurar el prestigio de Marsé y a consolidar su calidad literaria. 

El amante bilingüe, El embrujo de Shangai o Rabos de lagartija, publicada en 2000, ganadora de los Premios Nacional de Narrativa y el de la Crítica, lo convierten en uno de los novelistas españoles más importantes. 

Su relación con el cine ha sido intensa, y no sólo por haber colaborado en varios guiones, sino porque muchas de sus novelas fueron adaptadas a la gran pantalla. También con el periodismo. Trabajó en la revista Art-Cinema y fue redactor jefe de Bocaccio y Por favor.

Su estrecha unión con Calafell

Multitud de personalidades e instituciones se despedían este domingo de «el último de nuestros clásicos», como le definió su amigo y escritor Arturo Pérez-Reverte. Entre ellas el Ayuntamiento de Calafell, población con la que el autor guardaba un vínculo tan íntimo que incluso tuvo una casa durante años. 

El editor Carlos Barral, quien convirtió Calafell en el centro de la cultura española y latinoamericana, también descubrió a Juan Marsé y, como a tantos otros autores, le atrajo hasta la localidad, donde se inspiró para algunas de sus novelas. El pueblo costero se convirtió en lugar de culto y peregrinaje de muchos escritores, siendo el restaurante Giorgio de Calafell uno de los rincones donde se encontraban y debatían hasta la madrugada. De hecho, su dueño, Giorgio Serafini, presume de un cuadro que recoge el pasado literario de Calafell con el propio Marsé junto a García Márquez, Vargas Llosa, Carme Balcells, Muñoz Suay, Josep Maria Castellet y Carles Barral. 

 

El editor Carlos Barral descubrió a Juan Marsé y le atrajo hasta Calafell, donde el autor tenía una casa
 

Las editoriales también han querido sumarse a su despedida e incluso Lumen publicará el próximo mes de septiembre un libro inédito de 1962, titulado Viaje al sur y que no llegó nunca a ver la luz.

La capilla ardiente de Juan Marsé se encuentra en el tanatorio de Sancho de Ávila de Barcelona, donde también tendrá lugar el funeral el martes.

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