«Al final todos deseamos las mismas cosas»

Una fiesta en el Camp de Mart sirvió para reivindicar una ciudad accesible... Y para recordar que compartimos anhelos

03 diciembre 2021 19:30 | Actualizado a 04 diciembre 2021 06:34
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Los deseos de todas estas personas están colgados en cartelitos de colores en un árbol del Camp de Mart y hablan por sí solos de la condición humana: «Quiero ser cantante», «Enamorarme», «Que me suban el sueldo», «Salud y trabajo», «Que encuentren la solución para mi enfermedad», «Salud para la familia», «Amistad», «Que se acabe el Covid», «Que todos los sueños se cumplan»...

De entrada, aunque la letra sea más fácil de leer en unos mensajes que en otros, nada advierte de que se trata de mensajes escritos por personas con discapacidad. «Es que, al final, todos queremos las mismas cosas», resume con acierto Javi, que trabaja en un centro especial de empleo y que es quien ha escrito el deseo de que le «suban el sueldo».

Fiesta y reivindicación

Este rincón de los deseos es apenas una parte de las actividades que se organizaron ayer en el Camp de Mart a propósito del Día de la Discapacidad y que reunió a más de 400 personas bajo un sol espléndido.

Aunque se trataba de una fiesta con todas las de la ley que comenzó con coca con chocolate y que se prolongó toda la mañana, se trataba también de una jornada reivindicativa, tal como quedaba plasmado en la lectura del manifiesto, que en esta oportunidad fue elaborado íntegramente por entidades de Tarragona reunidas en el Consell Municipal de la Discapacitat.

Lo primero fue un recuerdo para las personas que han fallecido a causa de la pandemia de Covid-19 y una serie de agradecimientos a profesionales y voluntarios; pero en especial «a todas las familias que han realizado un esfuerzo titánico para atender a las personas con necesidad de apoyo». También hacían un llamado de atención para que las personas mayores y con diversidad funcional se coloquen en el centro de las políticas públicas al encontrarse en una posición de «fragilidad extrema».

Pusieron además el acento en la necesidad de que los tarraconenses abran la mirada a las discapacidades «invisibles», como discapacidad intelectual, síndrome de Asperger, epilepsia, enfermedades mentales... Y pidieron más apoyo para poner en marcha campañas de sensibilización.

Y, cómo no, pusieron deberes a toda la ciudad. «Tarragona debe continuar trabajando para conseguir una administración local accesible, un comercio local sin barreras arquitectónicas, una mejor señalización de los espacios públicos y privados, una mejor movilidad urbana que no excluya a nadie. Necesitamos un plan de accesibilidad que, de forma global, aborde estos retos que en buena medida se han comenzado a trabajar pero no de forma coordinada como sería necesario».

El manifiesto, que llevaba por título «Reunidos somos gigantes, reunidas somos gigantes», fue leído por representantes de los distintos grupos políticos y miembros de entidades.

Trabajo por hacer

El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, recogió el guante y dijo que «nos tomamos muy seriamente vuestras palabras y tenemos trabajo por hacer». La concejal de Capacitats Diverses, Elvira Vidal, destacó la firmeza de todas las entidades, familias y, sobre todo, personas con discapacidad porque «pese a las enormes dificultades están comprometidas con la ciudad».

En la fiesta no faltó la música y el baile de la geganta Frida, llevada por personas en silla de ruedas, y el gegantó Sant Rafael (esta vez con mascarilla), del colegio de educación especial del mismo nombre, así como su grupo de gralles i grallers.

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