Alarma por unos jóvenes caminando por el borde del Pont del Diable

El Ayuntamiento no tiene servicio para controlar a los visitantes de la zona. Sí que durante el verano pasado se contrató vigilancia privada por el aumento de robos en el párking

19 mayo 2017 16:32 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:33
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Las personas que en la tarde del pasado domingo acudieron a visitar el Aqüeducte de les Ferreres de Tarragona –conocido popularmente como Pont del Diable– se mostraron alarmadas al ver como dos adolescentes, de aproximadamente 16 años, caminaban tranquilamente por el borde de este monumento romano sin inmutarse del peligro que corrían. Incluso uno de ellos estaba botando una pelota. Y todo ello a 27 metros de altura, que es la distancia que separa la parte superior del puente de su base.

Precisamente en 2013 se incorporó una cornisa de losas de piedra en lo que fue el antiguo canal de agua para mejorar la seguridad de las personas que caminasen por la parte superior.

El monumento, Patrimonio de la Humanidad, depende del Ayuntamiento. Sin embargo, no hay ningún vigilante que se dedique a controlar el acceso de los viandantes a la parte superior del puente. Sí que existe un restaurante –en la Casa del Guarda, un edificio de dos plantas de estilo modernista– y se realizan visitas guiadas por parte de una empresa de servicios ambientales.

Desde la Guàrdia Urbana se informó que los agentes patrullan por la zona boscosa pero no se dedican a controlar a la gente que accede a la parte superior del monumento. Las mismas fuentes precisaron que durante el verano del año pasado sí que se contrató vigilancia privada para el aparcamiento de vehículos de la zona ante el incremento de robo de efectos en el interior de dichos coches.

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