Alejandro Romeo: 'la polio sigue presente en varios países del mundo'

Un café con Alejandro Romeo explica la evolución del sector odontológico y las iniciativas que impulsa el Club Rotary de Tarragona

05 octubre 2019 17:50 | Actualizado a 05 octubre 2019 18:06
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Como en tantas otras profesiones, Alejandro Romeo reconoce que su sector ha sufrido una profunda transformación durante los últimos años. «Todos los dentistas éramos antes licenciados en Medicina, con la especialidad en Estomatología, que sólo podía cursarse en unos pocos centros en España: Barcelona, Madrid, Oviedo… Había mucha demanda pero pocos profesionales. Algunos médicos hacían la especialidad en el extranjero, por ejemplo en Santo Domingo, y luego volvían y se la convalidaban aquí. Finalmente la Unión Europea decidió la creación de facultades de odontología».

Esta tendencia aperturista tuvo como colofón la aparición de las grandes cadenas de clínicas privadas, que normalmente ofrecen servicios odontológicos a precios mucho más bajos. «Luego aparecieron las franquicias, donde cada uno ha hecho lo que ha querido amparándose en la libertad de comercio, mientras en otros países europeos han sido más restrictivos. La odontología se ha convertido en un gran negocio que mueve mucho dinero, algunas mutuas lo han utilizado para captar clientes, se ha impuesto la tendencia low cost… El desplome de los precios ha afectado a las clínicas tradicionales, pero hay un momento en que tienes que fijar unos mínimos de calidad y rechazar algunos tratamientos en determinadas condiciones. Yo creo que ha habido poco control a la hora de fijar cómo hay que trabajar, algo que debía acordarse entre la administración y los colegios de Odontología. Ha sido un poco la selva, el sálvese quien pueda en la profesión, porque nunca se ha legislado bien».

Adaptarse a los cambios

De todos modos, esta dinámica «es un fenómeno generalizado en la sociedad en que vivimos, que afecta a casi todas las profesiones, aunque en el resto de Europa los médicos y los odontólogos ganan mucho más que aquí. Hay que acostumbrarse a vivir con menos margen, a pagar más impuestos, a profesionalizarse a nivel empresarial… Ahora tienes grados de gestión de clínica, y el dentista tiene que dedicarle un tiempo extra a estas cosas, o bien contratar a alguien que se lo haga, o bien convertirse en asalariado, una posibilidad que se produce con creciente frecuencia, aunque en condiciones casi mileuristas. Pero no hay que amargarse, sino ser capaz de adaptarse a los cambios, que cada vez son más rápidos». Además de su actividad puramente médica, Alejandro Romeo es también profesor en la Universidad de Barcelona, tanto en el grado de Odontología como en el máster de Ortodoncista. En paralelo, a nivel privado, lleva veinticinco años impartiendo en Tarragona un postgrado propio sobre su especialidad.

Por otro lado, desde el pasado 28 de junio preside el Rotary Club de Tarragona, uno de los más numerosos de España con cincuenta miembros. Rotary International es una organización apolítica y aconfesional, que nació en Chicago a principios del siglo XX, con el objetivo de «fomentar la amistad y la paz en todas sus vertientes: solidaria, cultural, etc. En el mundo existen treinta y cinco mil clubes, y casi un millón y medio de rotarios. Mucha gente tiene aún la idea errónea de que esto es una especie de masonería, por algunos actos protocolarios que pueden parecer llamativos».

El proyecto principal a nivel internacional es la erradicación de la polio, una meta de la organización desde hace tres décadas. «La vacunación masiva acabó con la enfermedad en los países desarrollados, pero sigue estando presente en varios países del mundo, como Pakistán o Afganistán. La OMS encomendó al Rotary la búsqueda de fondos y la organización de los programas de prevención y, gracias a Rotary –y en un solo año–, se han llegado a vacunar cuatrocientos millones de niños. Hace cinco años aún morían doscientas mil personas al año por esta dolencia, y ahora estamos hablando de una treintena. Tenemos la colaboración financiera de la Fundación Bill y Melinda Gates, que aporta tres euros por cada euro que recauda Rotary. Pero no hay que bajar la guardia, porque hay que estar vacunando constantemente y, además, empiezan a verse algunos movimientos antivacunas en occidente».

Iniciativas solidarias y culturales

A nivel local, «nuestro club organizará un evento informativo, en el Col·legi de Farmacèutics, con diferentes expertos sobre esta enfermedad, que es una de las más contagiosas que existen. Hay que hacer una gran labor de concienciación. Este evento se celebrará el próximo 24 de octubre, Día Internacional de la Polio. Además, el domingo 27 hemos organizado una fideuà solidaria en el Serrallo, con la colaboración de la Confraria de Pescadors. Pero también tenemos iniciativas vinculadas a otros temas, como el autobús al Delta de l’Ebre que hemos fletado esta semana, cuya recaudación irá destinada a la repoblación de los bosques quemados en los últimos incendios en el sur de Tarragona. Colaboramos regularmente con la Muntanyeta, con los Padres Rogacionistas, etc».

Por otro lado, el Rotary Club de Tarragona también impulsa iniciativas culturales, «como los conciertos que hemos organizado con el Conservatori de la Diputació, la bienal de pintura rápida que se celebra coincidiendo con las fiestas de Santa Tecla, o también el espectáculo de danza que disfrutaremos en mayo con Arantxa Sagardoy».

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