Alejandro quiere los trenes en la calle del Mar

El alcaldable del PP pronunció ayer una conferencia en la que hizo pública su apuesta por revitalizar la Part Baixa con el traslado del ferrocarril y convertir la Marina Tarraco en una terminal de cruceros.

19 mayo 2017 23:05 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:21
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El Partido Popular apuesta por trasladar 300 metros la actual estación de trenes y situarla en la calle del Mar. Así lo anunció el alcaldable de la formación conservadora de cara a las elecciones municipales del próximo 24 de mayo, Alejandro Fernández, quien ayer desgranó las directrices generales de su programa durante una conferencia que se alargó por espacio de 63 minutos.

Se podrá estar de acuerdo o no con las ideas que expone Fernández, pero lo cierto es que el líder popular tiene muy clara la Tarragona que quiere para los próximos años. Y la explicó de forma contundente, sin tapujos ni ningún tipo de timidez. «No quiero seguir con la lánguida decadencia en la que se encuentra la ciudad. Es el momento de hacer cosas. Tengo 38 años y quiero dedicar los mejores años de mi vida a Tarragona», indicó emulando las palabras que, en 2003, pronunció el expresidente del Barça, Joan Laporta.

Fernández se ha marcado el objetivo de revitalizar la Part Baixa y el frente marítimo. Por ello, quiere la estación en la calle Real. Se trataría de una operación urbanística que, a su juicio, «acabaría con su degradación y daría salida a las naves industriales que ahora están sin ninguna utilidad». Asimismo, el líder del Partido Popular apostaría por la Marina Tarraco «como una terminal para cruceros que tengan unos 150 metros y para ferrys, como ha hecho Denia» y destinaría para fines culturales el espacio que dejaría la actual estación.

 

Recuperar el Port Esportiu

Lo cierto es que Alejandro evitó las generalidades y puso varias propuestas concretas sobre la mesa. Entre sus apuestas destacó que el edificio del Banco de España sea una «biblioteca-hemeroteca»; que el antiguo preventorio de la Savinosa se convierta en un «equipamiento hotelero para atraer congresos a la ciudad»; que el Fortí de Sant Jordi albergue «un museo de la Guerra del Francès» o que vuelva a recuperarse el Port Esportiu como la zona natural de marcha. «Debe convocarse de nuevo el concurso para evitar las cutrerías que se permitieron en el pasado», enfatizó.

Alejandro, sin embargo, no se quedó aquí y también apostó por la exCiutat Residencial de Repòs i Vacances como «un emplazamiento destinado al turismo familiar», así como por el Complex Educatiu «por el espacio de los grandes eventos, como fue con las beatificaciones».

 

Sin más locutorios

Fernández, que a lo largo de la hora que estuvo hablando no dijo ni una palabra sobre la financiación del Mercat Central ni de los Juegos de 2017, volvió a sacar su discurso más contudente, cómo no, sobre inmigración. En esta línea, aseguró que apuesta por una nueva ordenanza que impidiera que puedan abrir más locutorios en la ciudad, ya que deberían estar separados por 500 metros de distancia. «Mientras que desde 2008 han cerrado muchos negocios de proximidad, paralelamente han abierto 64 locutorios» afirmó el líder del PP, quien lamentó que «la Part Baixa está llena de este tipo de comercios» y que teme que «en cinco años lleguen hasta la Rambla. ¿Alguien quiere eso?» se preguntó un Alejandro que demostró que quiere marcar, desde el primer momento, el ritmo de una precampaña que se presenta movidita.

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