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Cuando el que se conocía como camping de los alemanes en la finca Canyadell de Altafulla cerró, la zona entró en degradación. Alejada del núcleo urbano, la suciedad y la inseguridad la hizo caer en el olvido de los vecinos. Las casetas que habían servido al camping fueron ocupadas y el gran pinar junto al mar de la finca Canyadell fue un lugar desaconsejable.
Sin embargo hace unos 8 años Altafulla trabaja para intentar recuperar ese espacio natural, de titularidad municipal, para hacer un centro de ocio y de actividades medioambientales. Ya se tiraron algunas de las casetas que atraían a ocupas y dos se han habilitado como aulas de naturaleza y serán estrenadas en poco tiempo.
La recuperación del espacio ha implicado a los vecinos e incluso hace unos días 180 trabajadores de la compañía Deloitte participaron en una acción para recuperar la zona. Directivos de la empresa limpiaron el bosque, podaron árboles, pintaron un mural, reconstruyeron muros de piedra seca y hasta habilitaron un invernáculo.
Educación ambiental
La iniciativa surgió del Grup d’Estudi i Protecció dels Ecosistemes Catalans-Ecologistes de Catalunya (Gepec-EdC), que tiene la custodia de la zona donde impulsa acciones de educación ambiental y mantenimiento de todo el área. La recuperación de la finca Canyadell ha entrado en una fase final y el propio alcalde de Altafulla Fèlix Alonso destaca que para las próximas fiestas podría haber una jornada de puertas abiertas.
Alonso destaca el objetivo de que «periódicamente haya actividades para lograr una presencia permanente de vecinos para participar en las iniciativas o para estar en un lugar tranquilo junto a la cala».
