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El chófer del autobús Hife que recorría el pasado viernes 5 de enero la línea Zaragoza-Cambrils evitó un posible accidente después de que el vehículo recibiera hasta tres pedradas a la altura de Alcover (Alt Camp), ha publicado el Heraldo de Aragón.
Uno de los impactos rompió la luna delantera del autobús de la compañía y varios cristales alcanzaron la cara del conductor, entrando algunos fragmentos en los ojos. Las otras dos pedradas golpearon el lateral izquierdo del bus.
El conductor fue atendido por el SEM y se acordó derivarlo al hospital más cercano, Hospital de Valls, pero su buen hacer al volante le hizo sortear males mayores. Fernando Vela, único pasajero a bordo, apuntó al rotativo el tino del chófer: "A pesar de ser de noche (en torno a las 22 horas) y de que los cristales le entraran en los ojos y le hicieran cortes en la frente, supo mantener la calma y reaccionó con absoluta tranquilidad. Justo en ese momento llegábamos a una curva a cuya izquierda tenía un terraplén, y podríamos haber volcado".
Fernando Vela, repartidor de profesión, realiza la ruta de ida y otras tantas de vuelta dos veces al mes para visitar a su familia. Tras el incidente, grabó un vídeo en el que se observan las pedradas y posteriormente fue trasladado en vehículo privado hasta el domicilio familiar en Cambrils por la compañíaHife.
Mossos d'Esquadra investiga quién está detrás de esta gamberrada que pudo terminar en tragedia la noche del día 5, la de la llegada de los Reyes Magos en todas partes.
