Apoyo mayoritario de los médicos de Tarragona para legalizar la eutanasia

Una encuesta del Col·legi de Metges de Tarragona revela que el 76% están muy seguros a la hora de pedir una legislación, que sería muy protectora con la profesión y restrictiva

17 julio 2019 18:30 | Actualizado a 17 julio 2019 18:46
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«Mi padre murió hace seis años de un cáncer de paladar después de cinco de lucha. Cuando ya estaba en estado terminal le ayudaron a morir tranquilo y sin sufrimiento. Toda la familia lo agradecimos muchísimo. Él lo pidió explícitamente durante los cinco años de lucha. Creo que no todo el mundo tiene este privilegio, y muchos pacientes y muchas familias pasan muertes traumáticas y no debería ser así». 

La cita es de un médico de Tarragona y viene incluida en los resultados de la primera encuesta de la historia que ha realizado el Col·legi Oficial de Metges de Tarragona (COMT) sobre la eutanasia y el suicidio asistido, dos debates que están obligando a posicionarse a las entidades sanitarias.

Una gran mayoría de los consultados están a favor de la legalización de estas dos opciones, lo que confirma la previsión inicial que tenía la entidad y que es similar a los resultados de otros colegios médicos. Nueve de cada diez médicos tarraconenses apuestan por la regulación de la eutanasia. El 76% dice ‘sí’ a esa eventual legislación mientras que el 15% ha respondido que ‘probablemente sí’. Únicamente un 9% asume posturas contrarias: de ahí un 6% rechaza con total seguridad esa posibilidad y un 3% afirma que ‘probablemente no’. 

Menos aceptación recibe el suicidio asistido, esa ayuda médica en la que, ante la solicitud de un enfermo, se le proporcionan los fármacos necesarios para que él mismo se los administre y acabe con su vida. El 84% de los galenos preguntados en el estudio cree que debería regularse también ese supuesto; un 62% admite estar totalmente seguro. En cambio, hay un 16% en contra, del que un 9% dice que con total seguridad no debe regularse legalmente. 

Cifras, en global, para mostrar el gran respaldo a estas opciones, no sólo reflejado estadísticamente sino también a nivel cualitativo, con aportaciones de los médicos en forma de testimonios, algunos muy claros. «Creo que la eutanasia y el suicidio médicamente asistido deberían estar regulados por ley y se deberían incluir en la formación de los médicos y explicar de forma clara a la población en general para que entiendan lo que significa y representa», afirma un colegiado de Tarragona. 

No sólo hay valoraciones en esa línea. Hay quien se muestra en contra. «Un paciente que sufre, aunque sea consciente de su sufrimiento, no debería elegir si morir o no. No está apto para tomar una decisión tan subjetiva como esa. Los médicos están formados para preservar la vida y no para autorizar una muerte asistida», indica otro de los doctores. Y otra voz más en esa tónica: «Los médicos disponemos de herramientas suficientes para evitar el sufrimiento. Hay pacientes con depresión reactiva que no reciben la mejor asistencia y son los que quieren morir. El dolor hoy se puede solucionar con los medicamentos que tenemos. Cuando pasa el sufrimiento nadie quiere morir». 

La mayor parte del colectivo médico tarraconense, al mismo tiempo en que pide regular, reclama hacerlo con las garantías suficientes de protección, en el caso de que sean los doctores los responsables de ejercer la eutanasia. Así, el 55% considera que el médico debería tener derecho, por ley, a negarse a la eutanasia. Un 33% lo ve probable. Casi idénticos resultados aparecen cuando se habla del suicidio asistido. 
También se ha analizado la posibilidad de pedir la objeción de conciencia. Un 31% la reclamarían en el caso de la eutanasia y un 39% en el caso del suicidio asistido. Así, «la gran mayoría de colegiados piensan que hay que regular y que esta regulación debe incluir el derecho de objeción de los profesionales».

Hay un acuerdo general en ayudar a morir en casos terminales y con dolor insoportable

¿Pero en qué supuestos se debería legislar? Hay un acuerdo prácticamente general en cuanto a que la ley debería permitir ayudar a morir cuando lo pide un paciente que tiene una enfermedad terminal, que le llevará a la muerte y afirma estar sufriendo un dolor insoportable. En cambio, entre el 20% y el 30% de médicos no están de acuerdo en que la ley permita ayudar a morir a los pacientes que lo piden en el resto de supuestos: enfermedad incurable no terminal, con dolor crónico y sufrimientos que limitan la calidad de vida; familiares de un enfermo incapaz de comunicarse que se encuentra en estado grave sin posibilidades de mejora; y padres de un niño de tres años con una enfermedad incurable no terminal, con dolores crónicos. 

Las mujeres, más a favor
El perfil de médicos favorables a la regulación incluye a mujeres, jubilados, de la especialidad médico-quirúrgica y laboratorio o diagnóstico y del sector privado. Son más contrarios los hombres de entre 51 y 60 años, de especialidad clínica, de la pública y del ámbito de la atención hospitalaria o la medicina familiar.  

El completo análisis muestra otro punto objeto de controversia: los cuidados paliativos. Un 66% está de acuerdo con que «todo el mundo tiene garantizado el acceso» a ellos mientras que un 31% está disconforme y piensa que no es así. Algunos testimonios indican que faltan paliativos pediátricos. «Se debería garantizar un acceso más fácil a los cuidados paliativos para todos los pacientes que lo requieran», añade otro doctor consultado en el estudio. 

Con este sondeo, el COMT ha querido reflejar la opinión del colectivo, como parte involucrada, aunque dice que el tema «afecta a toda la sociedad». El 91% de los consultados también lo ven así. 

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