Aprender a rescatar con una moto acuática

Creu Roja Tarragona organiza el único curso de patrón de este tipo. Este fin de semana han participado 7 socorristas de toda España

12 noviembre 2018 09:38 | Actualizado a 12 noviembre 2018 09:40
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‘Coger más soltura, aprender otras técnicas y probar motos acuáticas diferentes». Es el objetivo que se había marcado Víctor Miravet a la hora de apuntarse al curso de patrón de moto acuática de rescate, que durante este fin de semana se ha hecho en Tarragona. Y es que Creu Roja local es la única institución que organiza esta formación en toda España. Por ello, no es de extrañar que anualmente tenga que convocar hasta cuatro cursos para poder atender las peticiones, comenta Hugo Núñez, el responsable de la formación, en la que colaboran otros patrones con experiencia al volante de motos acuáticas en las playas de Tarragona.

En esta ocasión, han participado en el curso siete personas, procedentes de València, Vila-real, Castelló, Palma de Mallorca, L’Ampolla y El Vendrell. La edad no importa, «aunque tiene que estar en forma», comenta Núñez. Incluso uno de los participantes tenía más de 50 años. Los requisitos son tener más de 18 años, con la titulación náutica mínima y conocimiento de socorrismo acuático. 
En 2011, cuando comenzaron los cursos, iban encaminados a los socorristas de Tarragona, a los que se enseñaba el manejo de la moto para los rescates. «Pero al ver que había una gran demanda, externalizamos las clases. Cada vez más hemos mejorado la oferta. Y la idea es realizar de tres a cuatro cursos al año», afirma el responsable de Creu Roja Tarragona. El de este fin de semana es la onceava promoción y el tercero que se efectúa este año.

El viernes tuvo lugar la parte teórica y sábado y domingo –de ocho de la mañana a nueve de la noche– la práctica, desde el faro de Tarragona a Altafulla. «Tenemos una orografía de costa genial, con muchas cuevas, muchos puntos donde trabajar, con remolinos, zonas complicadas, etc», comenta el responsable del curso. Las clases no son tranquilas, «intentamos poner a los patrones en situaciones en las que no estén cómodos, para que saquen el máximo provecho de la embarcación». 

Precisamente, uno de los aspectos que les cuesta más a los alumnos es salir de esta ‘comodidad’. «Llevan muchos años llevando motos de agua, pero están acostumbrados a situaciones cómodas. Les cuesta cuando les ponemos estrés o presión para dominar la embarcación», señala Hugo Núñez. Al principio del curso, algunos de los alumnos se muestran tensos, con miedo, e incluso se llevan más de un susto.
Víctor Miravet es uno de los siete que se ha apuntado a esta promoción. Tiene 25 años y desde hace siete temporadas es socorrista en las playas de Alcocebre (Castelló). Sin embargo, sólo ha ejercicio de patrón de moto acuática el verano pasado. Sobre el curso, asegura que «no me esperaba que fuera así. Nos han dejado motos que son muy buenas. Y las técnicas que nos han enseñado son fantásticas. Todo mejor de lo que me esperaba».

Miravet reconoce que lo que le ha costado más ha sido adaptarse a las motos acuáticas de Creu Roja Tarragona: «Tiene dos modelos diferentes y ambos con unos motores más potentes de los que tenemos en Alcocebre. Me ha costado acoplarme a los giros y a la marcha atrás». Durante el verano pasado tuvo dos recates peligrosos, arriesgados, «la forma con los que se hicieron fue correcta. Sí que se podría haber cambiado algo», recalca.

Ayer por la tarde hubo el examen final, para averiguar si habían aprendido las nociones dadas. Todos aprobaron.

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