Arte para emocionarse y conectar

No hay quien les desconcentre. Los niños y niñas, de seis y siete años, están enfrascados discutiendo cómo será el cartel que van a hacer para una hipotética fiesta. Ni siquiera se percatan de la presencia de la periodista o del fotógrafo. Algunos son compañeros de la Escola Bonavista (donde se desarrolla la actividad), otros son vecinos del barrio pero se han conocido aquí, y por último ha llegado algún niño que vive en el centro y se ha apuntado expresamente a esta actividad de ilustración.

Asistimos a una de las tardes del programa Emociona’t, que por primera vez ofrece actividades gratuitas repartidas por trece escuelas de la ciudad (doce públicas y una concertada) a las que pueden apuntarse los niños independientemente de dónde vivan o en qué centro estudien.

El programa, organizado a través del Institut Municipal d’Educació de Tarragona (IMET), es una experiencia piloto de dos meses de duración que terminará este mes de noviembre. En total se han ofertado 390 plazas y las familias han podido elegir entre hacer teatro, música, danza, fotografía, ilustración o cuentos. En cada escuela se han propuesto dos disciplinas, una en octubre y una en noviembre.

Recuperarse emocionalmente

Otra de las peculiaridades del programa es que, como puede verse, todas las actividades son de carácter artístico. El concejal de educación, Manel Castaño, explica que se ha elegido el arte expresamente por todas las ventajas que ofrece a la hora de trabajar las emociones después de todo lo que ha supuesto la pandemia de la Covid.19 en la vida de los escolares. «Tradicionalmente se ha pensado en el arte como una asignatura de segunda, pero la neurociencia nos está demostrando que es muy potente en el aprendizaje de distintas áreas, y además sirve para que el niño se sienta libre de mostrar sus emociones».

Un espacio para el arte

Jordi Collado, de la coopertaiva Combinats, encargada de los talleres, explica que para algunos niños es la primera vez que tienen la oportunidad de participar en una actividad extraescolar. Apunta, además, que a diferencia de las actividades deportivas, donde hay tradición de organizarlas por parte de las asociaciones de padres y clubes deportivos, en el caso de las disciplinas artísticas la oferta es más limitada y se concentra sobre todo en el centro de la ciudad.

La intención ha sido que los niños, que se reúnen en grupos de un máximo de diez, además de contar con un monitor, puedan compartir con un artista reconocido. En el caso del taller de ilustración al que asistimos el artista es Edu Polo, autor de distintos carteles de las fiestas de la ciudad entre otros.

La directora de la escola Bonavista, Anna Marca Cortés, está encantada de poder ofrecer una actividad artística a sus alumnos. «Vienen muy contentos y, a nivel social, conocer a otros niños les ha gustado mucho» explica, mientras señala al grupito que sigue trabajando. De hecho vemos que Polo ha terminado por jugarse a los dados quién dibuja qué en el cartel; todos están tan motivados que les cuesta elegir.

Contra la segregación

El otro gran objetivo del programa es ayudar a luchar contra la segregación escolar en la ciudad (Tarragona es uno de los municipios con más segregación de Catalunya). «Este tipo de actividades son un ejemplo de la lucha por la equidad, que pasa porque todos los niños tengan las mismas oportunidades independientemente de dónde vivan, de su origen o de su situación socioeconómica», dice Castaño.

Estas actividades, por su duración, han sido concebidas como una pequeña ‘cata’, pero la intención, explica, es ver cómo funciona para reproducir la experiencia, aunque la continuidad está condicionada, señala, a que exista el presupuesto.

Se han programado, además, actividades gratuitas todos los domingos. Las próximas serán el 7, 14, 21 y 28 de noviembre.