Asesinato entre bastidores para unos debutantes

Empezaron su andadura sin acabar de creérselo del todo. «En el fondo, ninguno de nosotros nos esperábamos realmente que el proyecto tirara adelante», comentan. Hasta que dieron el paso, el pasado verano. Meraki Teatre son los debutantes de esta edición de la Mostra Jove de Tarragona, quienes se presentan este próximo lunes en el Metropol con la obra Entre bambalines, una tragicomedia de misterio.

En realidad, Meraki Teatre nació en el Magatzem, donde coincidieron haciendo cursos de interpretación. «Es la pasión que nos une», explica este grupo de estudiantes. Eso y un guion  que aguardaba en un cajón y al que decidieron darle vida. «Siempre me ha gustado escribir relatos cortos y decidí escribir una obra», cuenta Clàudia Llaveria, autora del guion y también directora.

Los personajes se los hicieron suyos con presteza y en cuanto a la dirección «no soy yo la que da siempre las ideas sino que es el conjunto, somos todos los que creamos la obra y los que hacemos la escenografía. Pero en el último momento el ultimátum es mío y el ser amigos no lo facilita. La confianza hace que cueste más», revela Clàudia. 

Entre bambalines es la historia de una compañía de actores a la que se incorpora un joven. «La obra relata qué pasa detrás del escenario así como la relación que cada uno tiene con los demás, con el personaje y con la propia directora. Entonces muere una persona...». Pero ¿qué ocurre entre sus propios bastidores? «Nervios, tensión y muchas risas también.

A la vez ilusión y muchas ganas de lanzarte al escenario y hacer lo que realmente te llena, ganas de actuar y de demostrar todo el esfuerzo y el trabajo hecho. Entre bambalines es un regalo». Esa motivación es la que se refleja en el nombre de la compañía, que en griego moderno significa hacer algo con amor y creatividad, poniendo el alma en ello. «¿Qué mejor manera de darle al teatro esta connotación?», se preguntan.

Como compañía amateur, uno de los aspectos más difíciles en estos inicios ha sido el local de ensayo. «Al principio empezamos en el Camp de Mart, después íbamos a la oficina de un familiar. Finalmente, a partir de marzo, con el buen tiempo, ensayamos en una comunidad de vecinos», donde disponen de un amplio espacio.

«También el atrezo es complicado de cargar porque son objetos voluminosos y se requiere un transporte y una fuerza que no siempre tienes», manifiestan, lo que les lleva a involucrar a familiares y amigos. En cuanto a los ropajes, se zambulleron en los fondos de armarios para rescatar esas prendas reconvertibles que a día de hoy ya no sirven. 

Por lo que respecta al crimen que tendrá lugar este lunes en el Teatro Metropol aseguran que «cada espectador podrá hacer su propia interpretación», pero lo que es certero es que «saldrán de la sala con una sonrisa en la cara». Más allá de esta Mostra, desconocen si el final de la función significará también la conclusión del proyecto. «Ahora tenemos la cabeza en la obra. En el aquí y el ahora. El futuro no está escrito», concluyen.