Así es por dentro el crucero más grande del mundo

29 marzo 2018 09:02 | Actualizado a 03 abril 2018 12:35
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Cualquier calificativo que se le quiera dar se queda posiblemente corto para describir a este monstruo de los mares: espectacular, impresionante, gigantesco, ciudad flotante… El Symphony of de Seas ya está atracado en Barcelona, donde este sábado será inaugurado oficialmente.

Después de una gran fiesta de despedida en el puerto de Málaga, el miércoles por la noche pasó frente a las costas de Tarragona. El Diari ha acompañado al Symphony of the Seas en su viaje preinaugural.

Los números de este barco lo dicen todo de su envergadura: 227.000 toneladas de peso, 362,2 metros de eslora y 19 cubiertas.

 
 

El Symphony of the Seas, por fuera, es muy parecido a sus cuatro hermanos predecesores -Oasis of the Seas, Allure of the Seas y Harmony of the Seas-. Pero por dentro se han ido modernizando y, como no, incorporando nuevos detalles que captan la atención del crucerista.

El alojamiento

El buque cuenta con 2.775 camarotes, para acoger a 6.780 pasajeros, que están atendidos por 2.175 miembros de la tripulación. Parte de los camarotes tienen vistas al mar y otros, a Central Park.

Pero hay un camarote que es muy particular. Es una suite familiar Ultimate dúplex, de 125 metros cuadrados, con su propia sala de cine y una pared de Lego del suelo al techo, con un tobogán que va desde la habitación de los niños hasta la sala de estar, un balcón circular con una mesa de billar, una red escalable y una bañera de hidromasaje de tamaño completo.

Una suite de 142 metros cuadrados y con piano de cola

También está la suite más grande, la Royal, que mide 142 metros cuadrados, de dos plantas y que incluye un piano de cola. En total hay suites de 43 categorías. Y si uno viaja solo también puede alojarse en una de las 15 cabinas para singles.

 
 

El acceso

La entrada al crucero es parecida a la de su antecesor, el Harmony of the Seas. Cuando se accede al interior de este buque se entra directamente a la Royal Promenade -una de las tres zonas multidisciplinares donde se llevan a cabo actividades, junto con Central Park y Boardwalk-, un espacio interior lleno de tiendas, donde se pueden comprar desde relojes y joyas de marca hasta perfumería, ropa y, como no, merchandising del barco. En restauración está el restaurante Sorrento´s -especialidad en pizzas- y el café de ambiente irlandés Cooper&Kettle.

Para hacer deporte

En un crucero tan grande como este hay un sinfín de historias curiosas, que dan al barco un plus añadido. Para los amantes de las emociones fuertes tienen a su alcance el tobogán más alto a bordo de un barco de cruceros, el Ultimate Abyss.

Pero si uno además se quiere mojar literalmente puede acudir al parque acuático The Perfect Storm, con tres excitantes toboganes, y dos simuladores de surf. También está el rocódromo y una tirolina de 25 metros.

Practicar surf sobre la cubierta es posible

Para los no tan osados y que quieran hacer ejercicio cuentan desde una pista de atletismo -que da la vuelta al propio crucero- hasta campos de baloncesto, voleibol, fútbol, tenis de mesa y también minigolf. Y en el interior hay el gimnasio de última tecnología, con clases de yoga y taichi.

Y para cuando aprieta el calor uno puede zambullirse en una de las seis piscinas, cinco toboganes acuáticos y nueve jacuzzis, algunos en la zona del solarium y dos de ellos colgantes con vistas al mar.

También uno puede relajarse en el solarium y en el spa.

Central Park

Pasear por el enigmático Central Park es toda una experiencia. Una zona de exuberante vegetación llena de bares y restaurantes, que nada tienen que envidiar al emblemático parque urbano público de Manhattan.

 
 

Aquí también se puede pasear escuchando a los pájaros o a los grillos -según sea de día o de noche-, admirando las miles de plantas y sentarse a la terraza de alguno de los restaurantes: Jamie’s Italian, Vintages, Chops Grille o en el 150 Central Park.

Para comer y beber

Cuando uno tiene hambre cuenta con una amplia variedad de sitios para comer. Hay una veintena de restaurantes, con menús diferentes y variados. También hay 35 salones y bares donde relajarse y disfrutar de la bebida.

Pero la curiosidad de los visitantes, y más si es la primera vez que se sube a un buque de Royal Caribbean, está en el Bionic Bar que, como su nombre indica, los encargados de preparar unos cócteles son unos robots muy eficientes que te sirven lo que has pedido en pocos segundos.

Dos robots preparan y sirven el coctel que uno quiera

Los cocteleros mecánicos pueden mezclar, agitar y servir bebidas hechas a partir de cualquier combinación de 30 licores y 21 líquidos. Un bar al que podría acudir Jame Bond a tomarse su coctel "mezclado, no agitado".

Para los más pequeños

Pero este enorme crucero también tiene espacio para los más pequeños. Para ellos está pensado el Adventure Ocean, el lugar donde uno puede dejar a los pequeños durante el día. Está distribuido por edades y dispone desde un amplio laboratorio hasta su propia sala de cine para ver una película y comer palomitas. El personal se encarga incluso de darles la comida al mediodía y por la noche.

Entretenimiento asegurado para todos

El pasajero no tendrá tiempo para aburrirse. Para los amantes del musical, el Royal Theatre ofrece los espectáculos Hairspray y Flight, además de películas en 3D, actuaciones acrobáticas aéreas. También hay espectáculos acuáticos en el AquaTheater y en la pista de hielo. Sin olvidar las discotecas y el casino.

El Symphony of the Seas realizará cruceros de siete noches por el Mediterráneo de abril a octubre con base en Barcelona y escalas en Palma de Mallorca, Provenza, Florencia / Pisa, Roma y Nápoles. Después de irá a Miami, donde tendrá su base permanente.

Perodentro de esta enorme ciudad hay muchas más rincones por descubrir. Dejamos que sea el pasajero quien lo haga.

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