Asomarse a las crisis a través de la moda

Del miriñaque a las deportivas. A lo largo de la historia, el sector ha sido un reflejo de los cambios culturales y económicos de la sociedad

04 junio 2020 08:20 | Actualizado a 05 junio 2020 11:38
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Reinventar, cambiar y adaptarse. Aunque la ‘nueva normalidad’ se vislumbra cada vez más cerca, lo cierto es que nada será como antes. Y para saber cómo se adaptará la moda, Paula Ramírez, subdirectora del Museo del Traje de Madrid, y Juan Gutiérrez, responsable de la Colección de Moda Contemporánea del Museo, charlaron con José Ángel Usero, durante el encuentro virtual titulado Del miriñaque a las deportivas: la moda, reflejo de la crisis a lo largo de la Historia.

Ambos repasaron cómo ha evolucionado la moda ante las crisis históricas. Pero, ¿qué es la moda? Para Paula Ramírez «desde un punto de vista cultural, es un sistema que afecta especialmente a la indumentaria, como elemento que está más pegado a nuestra piel y cotidianidad, y en el que inciden diferentes factores, desde los diseñadores hasta la propia sociedad que negociará con las ideas que provienen de la industria».

Más allá de la visión estética, la moda puede ser un buen termómetro para comprobar y comparar cómo ha evolucionado y evolucionará la sociedad, la economía y la historia. Por ello, Juan Gutiérrez recordó las palabras de «uno de los padres de la sociología, Gabriel de Tarde quien definía la moda en contraposición a la tradición». Y es en el Museo del Traje de Madrid donde –en palabras de Paula Ramírez– «se puede admirar una colección de indumentaria histórica y moda contemporánea y de elementos antropológicos». Cerca de unas 200.000 piezas permiten asomarse al mundo de la moda y, a su vez, a la historia».

Y en esta mirada al pasado no se puede obviar cómo la moda se ha reinventado en momentos de crisis. «La moda ha sido, casi siempre, testigo de los cambios sociales», aseguró Juan Gutiérrez, mientras que «desde mediados del siglo XX tomó un papel activo dentro de los cambios de las últimas décadas». Y en este contexto –siguió explicando el responsable de la Colección de Moda Contemporánea del Museo del Traje– «los diseñadores han ganado más importancia porque la moda se ha promocionado comercialmentem, y desde entonces tienen mucho que decir de los nuevos comportamientos».

Ya sea de manera premonitoria o reflejo de los cambios, a lo largo de la historia la moda ha jugado un papel importante. «Si hablamos de la edad contemporánea, en todas las crisis hay un icono indumentario que es muy significativo», aseguró Paula Ramírez. En este sentido, los cambios en la vestimenta han ido pegados a la forma de vivir y como ejemplo la subdirectora del Museo del Traje mencionó «la aparición del traje chaqueta para mujer que supuso la conquista del espacio público».

Si bien, las respuestas de la moda en cada momento de crisis no ha sido siempre las mismas. Recordó Paula Ramírez que «en la Primera Guerra Mundial se respondió con un querer disfrutar del momento», mientras que en la Segunda Guerra Mundial «la respuesta fue opuesta». «Hubo una vuelta al orden, a un modelo muy convencional. Hubo una campaña mediática para regresar a un modelo de mujer ligada a la vida doméstica», aseguró la misma. Mientras, en la década de los sesenta «la generación reacciona y quiere distanciarse de los antepasados y se genera una ‘antimoda’. «Nos encontramos con la minifalda y los vaquero, y una estética de motivos más vivos que rompe barreras de género y de clase», afirmó Paula Ramírez.

Asimismo, en los setenta «y con la crisis del petróleo, el mundo de la moda se reinventa en el lujo, fruto de la inseguridad económica, y el traje chaqueta se convierte en un símbolo del éxito». Por todo ello, –aseguró la especialista– «la moda nos permite tener una mirada de la historia, pero sobre todo una mirada a lo cotidiano».

Una vez repasada la historia, la siguiente pregunta que se planteó es qué ocurrirá a partir de ahora y cómo se gestionará la moda tras la pandemia. Paula Ramírez tiene claro que «en los momentos de crisis se crean fisuras y se abre la posibilidad del cambio». Asimismo, comentó que «la moda va a sentir la presión del consumidor que va a ser más consciente de que somos frágiles y que presionará hacia un consumo más lento, local y limpio» y que, «en cualquier caso, la industria tiene que ser más responsable, sin dejar de ser un espacio que nos permita soñar».

Por esta razón, la subdirectora del Museo del Traje de Madrid opina que, en sintonía con el movimiento slow fashion, «debemos poder elegir de manera menos compulsiva lo que consumimos y desde una perspectiva más responsable». En cualquier caso, para Juan Gutiérrez si hay una lección que como consumidores podemos aprender es que «no siempre lo barato es lo mejor».

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