El número de víctimas mortales en accidentes de tráfico en los últimos años está descendiendo en la demarcación de Tarragona. Por ejemplo, en el primer semestre de este año ha habido, respecto al 2019, una reducción del 52%: se ha pasado de 23 fallecidos a 11, aunque lo alarmante es que siete de ellos se registraron solo en el mes de mayo. Sin embargo, este descenso no se da en las víctimas motoristas. Cuatro han muerto durante el primer trimestre de este año en la demarcación de Tarragona –lo que representa un tercio del total–, el mismo número que en los seis primeros meses de 2010 o de 2019.
El hecho de que se haya disparado el porcentaje de motoristas muertos en accidente no es exclusivo de la demarcación de Tarragona. También se da en el resto de Catalunya –excepto en Lleida, donde el número de fallecidos es muy bajo– y también en España, e incluso en algunos países europeos, tal como subraya al Diari el coordinador de Mobilitat i Seguretat Viària del Servei Català de Trànsit (SCT), Òscar Llatjer. Estos incrementos han hecho saltar las alarmas de los responsables de Trànsit, que ya preparan medidas para tratar de reconducir la situación.
Las cifras de fallecidos por accidente de tráfico en la demarcación han ido bajando en los últimos años. Uno de los factores ha sido la pandemia y sus confinamientos. Si en el primer semestre de 2010 el número de víctimas mortales fue de 29, las cifras de este año representan un descenso del 62%. Tarragona es la demarcación que más baja de Catalunya, que tiene una media de reducción del 22% –de 82 muertos se ha pasado a 64–. «Nos tendríamos que felicitar, ya que es la mejor demarcación, con mucha diferencia. Pero no es el caso de los motoristas», indica Llatjer.
Una de las circunstancias que explicarían este incremento de porcentaje de accidentes de motos sería que durante la pandemia y posteriormente con apertura de algunas restricciones, mientras muchos turismos se quedaron aparcados en el garaje o en la calle, las motos continuaron saliendo, especialmente durante los fines de semana, «si no al mismo nivel que antes, sí por encima del de los turismos», dice el responsable de Trànsit.
Llatjer reconoce que no les ha sorprendido el aumento de accidentes de moto. «Estamos siguiendo los efectos extraños de la pandemia. Hemos visto que mucha gente ha dejado de utilizar el transporte público, porque no quiere compartir espacios. Se han mantenido los viajes con vehículos de movilidad personal y también las motos».
Una moto sola
Tres de los cuatro accidentes de moto mortales ocurridos en Tarragona han sido por salida de la vía, con un solo vehículo implicado. «No es algo extraño, sino inherente a este tipo de vehículo», comenta el responsable del SCT. Y es que mientras en los turismos el porcentaje de que se vean implicados un solo vehículo en un accidente se sitúa entre el 20 y el 25%, en el caso de las motos se eleva hasta entre el 40 y el 45%. De los cuatro accidentes, tres han ocurrido en mayo –cuando se abrieron las restricciones de movilidad– y uno, en marzo. En este mes, en un solo domingo hubo cuatro accidentes de moto, con el balance de seis heridos. Uno de ellos perdió una pierna cuando su vehículo de dos ruedas chocó con otro en la carretera TP-7013, en La Selva del Camp.
El coordinador de Mobilitat i Seguretat Viària señala que las salidas de vía de las motos ocurren normalmente en curvas que no son ni muy abiertas ni muy cerradas, sino intermedias, «lo que implica que el motorista no las sepa interpretar bien». También ocurren algunos choques frontales o frontolaterales cuando la moto invade, en una curva, el carril contrario, «pero es menos frecuente».
Los accidentes de motoristas ocurren mayoritariamente en vías convencionales, de dos carriles, con una línea y en tramos curvos, no en autopistas o autovías.
Llatjer no quiere entrar a valorar si después del periodo de confinamiento sin poder salir había tantas ganas de hacerlo que no se han respetado las normas de circulación, «no puedo opinar porque no tengo ningún dato sobre el estado mental de estos motoristas. Sí que constato que el nivel de movilidad de las motos se ha mantenido por encima del de los coches». También es verdad, añade, que los años con una meteorología más favorable (no llueve y el calor comienza antes) aumentan este tipo de accidentes.
En cuanto a la franja horaria, los accidentes suelen ocurrir en operaciones especiales, como los típicos puentes, o en vigilias de festivos o viernes, y principalmente por la tarde.
Antes, la mayoría de accidentes de motos en la demarcación se localizaban en las principales vías de comunicación. Así, en el periodo comprendido entre los años 2015 y 2021 hubo en las autopistas y autovías 13 motoristas muertos o heridos graves, seguidos por los seis de la C-12 (Eix de l’Ebre), C-14, C-37 y N-240, y cinco en la T-11 (de Reus a Tarragona). En este primer semestre, ninguno de los cuatro accidentes se ha producido en alguna de estas vías.
A partir de ahora...
Ante esta situación, Llatjer anuncia que están preparando un plan de patrullaje dirigido a controlar las motocicletas, «para llegar a este colectivo. No se siente involucrado en las campañas». En este sentido, comenta que los radares fijos han dado buenos resultados en los turismos pero no en estos vehículos de dos ruedas.
El SCT está preparando un plan de ayuda a los motoristas a través de una formación especial, en algunos casos de señalización especial y de comprender la carretera y la situación. «En muchos accidentes no hay otros vehículos implicados. Los motoristas no saben resolver situaciones. No hace falta un exceso de velocidad, sino una superior que no saben gestionar». En este sentido, en la carretera del pantano de Foix, en el Alt Penedès, el año pasado se puso en marcha de forma experimental una señalización de las curvas, que ayuda a realizar el trazado, un tipo de iniciativa que también se está haciendo en otras partes de España.
Sobre el incremento del control sobre estos vehículos, el responsable de la SCT asegura que es muy complicado, «porque los accidentes pasan en lugares muy dispersos». Llatjer reconoce que «tendremos que hacer un esfuerzo para obtener más datos sobre la movilidad real de este tipo de vehículos. Ahora tenemos muy pocos». Y ello será posible porque la tecnología actual ya permite hacerlo, mientras que antes, no.