Aumenta el número de músicos acreditados y de lugares para tocar en la calle

Actualmente tienen permiso para actuar en la ciudad 55 artistas a título particular y 24 grupos. Entre los puntos más solicitados se encuentra la Rambla Nova, delante del Metropol

24 diciembre 2019 08:00 | Actualizado a 24 diciembre 2019 08:06
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Un guitarrista tocando el Concierto de Aranjuez mientras los turistas contemplan la fachada de la Catedral; una charanga en la Plaça Verdaguer que hace bailar a los dependientes de los comercios; una coral cantando villancicos en una esquina; un Papa Noel tocando el clarinete frente a los viandantes cargados de bolsas que salen del Mercat Central...

Todas estas escenas tenían lugar de forma simultánea en distintos puntos de la ciudad este fin de semana y, aunque se trata de fechas excepcionales marcadas por las compras navideñas, lo cierto es que muchos de estos artistas ya tocan aquí durante el resto del año.

Parte de esta actividad tiene que ver con la puesta en marcha, por parte del ayuntamiento, en verano del año pasado, del programa Tarragona Patrimoni, músics al carrer, que vino a establecer las normas para poder tocar en la calle.

Hasta entonces los músicos que actuaban en la vía pública se exponían a multas de la Guàrdia Urbana y a que les quitaran los instrumentos.

El plan fue puesto en marcha por el gobierno anterior y, visto que los resultados son positivos, la intención del actual es seguir con el mismo modelo.

Acreditación, no audición

El sistema implica que los músicos consigan primero una acreditación y que elijan luego entre los lugares disponibles para tocar. Actualmente hay acreditados en la ciudad 55 artistas a título particular (a principios de este año eran 34) y 24 grupos (18 en febrero), aunque hay que aclarar que contar con la acreditación no implica la obligación de tocar.

La acreditación fue uno de los aspectos más controvertidos cuando se anunció el plan, puesto que en aquel momento algunas ciudades como Madrid pusieron en marcha audiciones para los músicos que tocan en la calle.

En el caso de Tarragona el sistema es distinto. Los músicos deben presentar un breve proyecto musical, documentación que acredite su formación o experiencia musical y material audiovisual para ser evaluado por los técnicos del Área de Cultura.

Los músicos deben reservar uno de los puntos disponibles para tocar. Las actuaciones en un mismo sitio tienen una duración máxima de una hora y los artistas pueden tocar, como mucho, en dos puntos diarios, con lo que tienen un máximo de 14 actuaciones a la semana.

También deben cumplir ciertas normas, como contar con un repertorio variado, interpretar en directo o respetar los decibelios establecidos en cada lugar.

Hasta ahora, explican desde el ayuntamiento, el sistema de acreditaciones se está respetando y, si se encuentra a un músico sin acreditación, la Guàrdia Urbana le indica los pasos a seguir.

Desde julio de 2018, cuando se puso en marcha el sistema, hasta noviembre de este año se habían realizado 3.895 actuaciones. Aunque la actividad durante el resto del año no es, ni de lejos, como la de estos días, hay algunos sitios, como la Plaça Corsini los días de mercadillo, que comienzan a consolidarse.

Dos puntos más

Desde la puesta en marcha del programa había 19 puntos donde se podía tocar en el centro de la ciudad y en los barrios. A ellos se han sumado dos más: uno en la Rambla Nova, en la esquina de la Delegación de Hacienda, y otro en la esquina con la calle Colom.

Cada lugar tiene unas especificaciones respecto a si se pueden usar amplificadores y el volumen a alcanzar y, próximamente, se revisará el mapa en función de la demanda. Hasta ahora la Rambla, especialmente delante del Teatre Metropol, es la zona que más se reserva.

Miguel Cruz, músico y miembro de la Associació de Músics de Tarragona, explica que, en general, los artistas valoran positivamente el sistema porque se ha pactado la forma en que se puede tocar en la calle, «algo que antes era imposible». Además, los requisitos que se piden para poder acreditarse, asegura, no son complicados.

Señala que «en la ciudad tenemos buen tiempo durante casi todo el año, así que sería absurdo no tener música en la calle... Es una maravilla poder ir por la calle y escuchar por igual a los Beatles que a Led Zepelin».

También le parece positivo que el plan se revise para ver cómo está funcionando.

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