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IKEA tendrá recambio y el nuevo barrio de Ponent será una realidad. Así lo manifestó ayer el alcalde, quien reconoció que «es probable» que la firma «acabe descartando venir a Tarragona». Pese a ello, y aunque no haya aún confirmación oficial de la renuncia, Ballesteros afirmó que Ayuntamiento y propietarios ya están negociando alternativas ante el previsible plantón de los suecos. «Ya tenemos otros operadores interesados en los terrenos. Y alguna de las propuestas es incluso más interesante», afirmó ayer el líder socialista.
IKEA aparte, Ballesteros tuvo un recuerdo para el exlíder del PDeCAT, Albert Abelló, –fallecido hace casi un año–, para poner de relieve su apuesta comercial. «Tiraremos hacia adelante su proyecto de la Illa Corsini. Es imprescindible para transformar el eje comercial de las calles Unió, Apodaca, Plaça dels Carros y la cale Real», remarcó.
El alcalde apeló al «positivismo» y a «dejar atrás la Tarragona negativa». «Nos dijeron que no haríamos los Juegos, y que, si los hacíamos, serían un fracaso. Y han sido un éxito, con 96 millones de euros de inversión que han dejado un legado incalculable», afirmó el alcalde, quien también anunció un millón de euros para iniciar el Pla Tabacalera. «Lo haremos de la mano de la Generalitat, para que el Museu Nacional Arqueològic, la Biblioteca Pública y el Museu d’Història vayan allí. Y espero que el ICAC también», remarcó.
Ballesteros reveló finalmente que «ya tenemos un proyecto para desbloquear, después de 37 años, la Savinosa», si bien evitó concretar más, seguramente para evitar problemas institucionales con el presidente de la Diputació, Josep Poblet, quien estaba sentado en primera fila.
