Bungalós y tiendas de lujo ganan terreno en los campings de Tarragona

Cada vez hay menos campistas dispuestos a ir ‘con la casa a cuestas’ y más de los que pagan por comodidades. Las instalaciones fijas o semimóviles están a más del 95% de ocupación

12 agosto 2019 19:20 | Actualizado a 13 agosto 2019 07:10
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

«No tenemos disponibilidad en este alojamiento para tus fechas». Es el mensaje que aparece si se busca «bungaló en Tarragona» para cualquier fecha, desde ahora hasta septiembre, en un famoso buscador de alojamientos turísticos.

Pero atención, al pensar en un bungaló (así lo escribe la RAE, acabado en «o» y con acento) no se quede solo con la idea de la una caseta rústica. Basta con pasearse por la web de algunos campings de la ciudad para ver que también hay construcciones de madera de cuidado diseño con todo tipo de comodidades, desde aire acondicionado hasta cafetera Nespresso.

Esta es una de las evidencias de que comienza a despuntar lo que recientemente se ha dado en llamar ‘glamping’, camping con glamour, como explica Agustí Peyra, presidente de la Agrupació Càmpings Tarragona Ciutat y director del Cámping Las Palmeras.

Tienda con aire acondicionado

Xavier Melero, del Cámping Tamarit, lo explica con claridad: «La gente está cada vez menos dispuesta a la inversión de tiempo y energía que supone hacerse con todo el equipamiento, montar y desmontar la tienda... Aunque igualmente quieren disfrutar de sentirse en la naturaleza, del ambiente bucólico, pero en una tienda que ya está montada y cuenta hasta con aire acondicionado».

En una de estas tiendas de estilo safari encontramos a Gabriel González, un turista de Vilafranca del Penedès, bajando las maletas del coche en otro camping, también en Tarragona. Dice que lleva años viniendo, pero desde que descubrió las comodidades de esta tienda no piensa en otras opciones. Mientras lo cuenta, su hijo pequeño ya se ha largado a dar una vuelta en bicicleta.

Los datos del viraje hacia el alojamiento de lujo son una evidencia en España en general y en Catalunya en particular. Según la encuesta de ocupación en campings del INE, en el segundo trimestre del año se produjeron en Catalunya 1,1 millones de pernoctaciones, de las cuales casi la mitad, 506.100, fueron en establecimientos de lujo o de primera.

Aunque más allá del nivel de lujo que un turista se pueda permitir, lo cierto es que las formas tradicionales de ir de camping 
–con la tienda para montar, la caravana o la autocaravana– están cediendo cada vez más terreno a los bungalós y mobilhomes. Estos últimos superaron el 95% de ocupación durante el pasado mes de julio, explica Peyra.

No obstante, aunque ganen terreno, literalmente hablando, estas estructuras no pueden crecer de manera indefinida en los campings. Según el decreto 183/2010, de 23 de noviembre, de establecimientos de alojamiento turístico de la Generalitat de Catalunya, «los albergues fijos y semimóviles no pueden ocupar más del 50% de la unidad de acampada».

En el decreto se contempla como albergues semimóviles «Mobilhomes o cualquier otro tipo de albergue con ruedas que precise de un transporte especial para circular por carretera». Por albergues fijos entienden «bungalós y otras instalaciones similares».

Con la tienda montada

Además, las opciones para llegar al camping con todo preparado se han ido diversificando. Llama la atención, por ejemplo, de que en algunos campings hay zonas donde todas las tiendas son de un mismo modelo y color. Se debe a que hay operadores turísticos que alquilan lotes de parcelas durante toda la temporada e instalan en ellas sus tiendas de campaña y las alquilan a través de la web.

Uno de estos operadores, de origen holandés, opera en Tarragona y atrae especialmente a turistas del resto de Europa.

Peyra explica que en un mismo camping hay quien está pagando 60 euros por noche y quien paga 250.

El 70% de las ‘camas’ de TGN

La Agrupació de Càmpings Tarragona está formada por los siete campings que hay en el término municipal de la ciudad: Las Salinas, Platja Llarga, Las Palmeras, Torre de la Móra, Tamarit Beach Resort, Trillas Platja Tamarit y Caledònia. Entre todos reúnen unas 12.000 plazas de alojamiento, lo que supone, en temporada de verano, entre el 70 y el 80% de las plazas turísticas de la ciudad.

Marc Francesch, vicepresidente de la agrupación, explica que, lejos de lo que se pueda pensar, el turismo de camping hace un aporte muy importante en la ciudad. Pone como ejemplo que sus clientes aprecian los productos de proximidad y le gusta mucho ir al Mercat Central.

También señala que se trata de un tipo de turistas que aprecia estar en el medio natural, por lo que conservar el espacio es una de las prioridades de los establecimientos.

Cambio en las reglas del juego

Tras años de inseguridad legal, los campings de la ciudad dicen estar esperanzados después de que en el último pleno municipal se aprobara la última modificación del POUM para adaptarlo al Pla Director del Sistema Costaner.

Se espera que, a partir de este paso, los campings puedan acometer reformas para las que, hasta ahora, era imposible obtener permisos. Explican que en los últimos años estaban sometidos a una «parálisis administrativa», que les impedía hacer legalmente hasta las obras más pequeñas de mantenimiento o seguridad. «Necesitamos que la administración entienda que sus tiempos y los de la empresa no son los mismos», señalan.

Explican que la intención de los campings de la ciudad no es crecer en plazas sino en mejorar los servicios para competir con mercados en auge como Eslovenia y Croacia, así como con destinos cercanos. Todo, teniendo en cuenta que los clientes buscan, cada vez más, establecimientos de primer nivel.

Comentarios
Multimedia Diari