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La Empresa Municipal Mixta d'Aigües de Tarragona (EMATSA) ha puesto en marcha un sistema de alerta para detectar y cuantificar la presencia del SARS-CoV-2 en las aguas residuales de la ciudad.
Desde finales de abril, Ematsa realiza controles de presencia del virus en las aguas residuales que entran en la depuradora procedentes de Tarragona, La Canonja, Els Pallaresos y Constantí. Los resultados obtenidos ponen de manifiesto la presencia de pequeñas cantidades de material genético de SARS-CoV-2 a finales de abril e inicios de mayo. Desde la segunda semana de mayo, prácticamente no se está detectando la presencia del virus en estas aguas residuales.
EMATSA participa en dos proyectos de referencia
La compañía de aguas se ha integrado en dos iniciativas de referencia de ámbito internacional que comparten un mismo objetivo: impulsar un método consensuado de muestreo y análisis para detectar y cuantificar la presencia de restos de material genético del virus en el alcantarillado con el fin de establecer un sistema experto de alerta temprana.
Por un lado, forma parte de la iniciativa REVEAL, que impulsan CETAQUA y Agbar, y que cuenta con expertos de referencia de la Universitat de Barcelona, el Instituto Pasteur, la Universidad de Santiago de Compostela, el Instituto de Salud Carlos III, Hospital universitario de Berlin, el Centers for Disease Control and Prevention (CDC), entre otros.
Además, del aval técnico, esta iniciativa ha generado una red para facilitar el intercambio de conocimiento con expertos en virología, epidemiología, analítica y tratamiento de agua. Por otro lado, la empresa de aguas también colabora en una iniciativa de la Comisión Europea liderada por el Centro Conjunto Europeo de Referencia (JRC-EU) que reúne más de 90 EDAR por toda Europa y que cuenta con el apoyo del UNEP, Union for the Mediterranean, World Water Quality Alliance, UNEP/WHO y el Instituto Mediterrane de Eau (IME).
Acuerdo de colaboración con la Agencia de Salud
La compañía ha establecido un acuerdo de colaboración con los Serveis Territorials de Salut y la Agència de Salut Pública del Camp de Tarragona que está permitiendo, desde finales del mes de junio, empezar a monitorizar la cantidad de material genético de SARS-CoV-2 en aguas residuales y así poder correlacionarla con datos epidemiológicos.
Fruto del trabajo conjunto entre Ematsa y el Departament de Salut se ha dividido la red de alcantarillado de acuerdo con los ámbitos de influencia de cada área básica de salud y se han fijado ocho zonas de control. Una vez a la semana, los técnicos recogen muestras representativas de cada una de estas áreas y las llevan en el laboratorio de EMATSA dónde son analizadas con técnicas de biología molecular (PCR).
Las ocho zonas de control se corresponden a:
- Bonavista – La Canonja
- La Granja – Torreforta
- Nou Eixample sur y Serrallo
- Llevant
- Sant Pere i Sant Pau
- Eixample y nou Eixample Nort
- Sant Salvador – Els Pallaresos
- Eixample y Part Alta
Tal como ha explicado el presidente de Ematsa, Jordi Fortuny, “Con la incorporación de los puntos de control acordados con Salut, se podrá realizar una campaña más exhaustiva que permitirá monitorizar con mayor detalle la presencia del SARS-CoV-2 en las aguas residuales; así como, estudiar las correlaciones entre los resultados obtenidos y los datos epidemiológicos del Departamentt de Salut para poder crear modelos matemáticos que puedan permitir anticipar la respuesta ante posibles rebrotes de la COVID19”.
En este sentido, Fortuny ha destacado el excelencia y la capacidad del laboratorio de Ematsa para integrarse en la red científica de ámbito internacional para colaborar en la búsqueda de metodologías y soluciones en beneficio de la comunidad.
