Buscan voluntarios para dar clases de idiomas a jóvenes

El Espai FEPA TGN dedica tres horas a la semana a dar refuerzo de lengua durante el curso

25 agosto 2019 15:52 | Actualizado a 25 agosto 2019 15:57
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El Espai FEPA TGN está buscando voluntarios para poder dar continuidad a las actividades que realizan desde el centro. La organización trata con el colectivo de jóvenes tutelados y extutelados de 16 a 21 años, y a partir de talleres trabaja diferentes ramas (formación, finanzas, justicia, salud y trabajo) para ayudarles a conseguir una emancipación óptima.
Una de las formaciones que han estado desarrollando los últimos años es el Aula de Reforç, donde cada lunes trabajan durante tres horas lecciones de lengua catalana y castellana con el colectivo extranjero recién llegado. La idea es que cada joven realice una hora de clase individual con un voluntario.

Es la actividad que reclama más urgentemente la participación de voluntarios. Este último año la coordinadora del Espai FEPA TGN, Elena Gómez, se ha encargado sola de las clases: «Únicamente podía atender a tres personas cada día, y con el espacio que tenemos podríamos dar muchas más clases», dice.

Afirma que son muchos los jóvenes que querrían asistir si tuvieran más personal. «Cuando llegan al territorio muchos no tienen ni idea del idioma, y las escuelas de adultos en septiembre ya cierran inscripciones», dice. La asociación no está pensada únicamente para jóvenes extranjeros, pero se le suma la llegada de muchos de ellos durante los últimos años. «La necesidad de darles respuesta a nivel de lengua y otros ámbitos está creciendo», explica Gómez.

Talleres diversos
El Espai FEPA TGN trabaja de forma coordinada con el Àrea de Suport als Joves Tutelats i Extutelats (ASJTET) para localizar necesidades y organizar actividades que las cubran.

Una de las más exitosas ha sido la de coaching vocacional, sesiones individuales con el objetivo de buscar sus capacidades y intereses y encontrar su vocación. También han estado realizando actividades de asesoramiento jurídico de extranjería para que aprendieran a realizar las gestiones legales más importantes, o talleres de preparación para afrontar unas prácticas laborales.

Por lo que respecta a la situación global del colectivo, la coordinadora explica que los jóvenes «se encuentran diariamente con mensajes de indiferencia y desconfianza. Se les prejuzga continuamente y es muy duro para ellos». Gómez opina que el país se encuentra en «una situación de emergencia» y que faltan recursos para dar respuesta a la sociedad «para conseguir que sea más igualitaria y justa».

Propone enfocar esta oportunidad de forma constructiva: «llegan un montón de personas con ganas de trabajar y aprender. Nuestra responsabilidad es formarlos para que no sólo puedan aportar a nuestra sociedad, sino que a la vez puedan construir la vida que vienen buscando», dice.
 

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