Caos circulatorio en La Móra a la hora de aparcar el coche para ir a la playa

Los vecinos aseguran que hay vehículos estacionados encima de la acera, en los pasos de peatones, en doble fila y en la parada de autobús. La situación provoca fuertes discusiones entre conductores y vecinos

07 agosto 2018 19:38 | Actualizado a 11 septiembre 2018 12:37
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Eran las doce del mediodía del pasado domingo. Los coches circulaban tranquilamente por la avenida Mediterrani de La Móra, vía central del barrio. Y de repente, llega el caos durante la búsqueda de aparcamiento para acudir a la playa. Había coches encima de la acera, estacionados en doble fila o en la parada del autobús. La anarquía reina en las calles secundarias de La Móra cuando llega el verano. Los vecinos denuncian la situación y piden al Ayuntamiento que busque soluciones para mejorar la movilidad en el barrio. 

Los puntos más problemáticos son, en la parte derecha de la riera, las calles Baix Llobregat, Anoia, Maresme y Ribera d’Ebre. En la zona izquierda, la Plaça de les Comarques Catalanes, y las calles Rosselló y Matarranya. Cuando llegan los fines de semana de verano, estas calles se llenan de coches que no entienden ni de normas ni de señales. Algunas de estas vías son de doble sentido, pero durante los meses de julio y agosto, se convierten en sentido único, porque hay vehículos aparcados a ambas partes de la calle. 

«Algunas de ellas son vías que no tienen salida, y entonces a la hora de girar es cuando empieza el colapso y el caos total», explica el presidente de la Associació de Veïns La Móra, Francesc García, quien propone al Ayuntamiento pintar de amarillo la calzada, con el objetivo de que solamente se aparquen coches en uno de los lados de la calle. Los vecinos alertan de que en caso de emergencia sería imposible que ambulancias o camiones de bomberos pudieran acceder a las viviendas de las calles más conflictivas en materia de aparcamiento. 

La historia se repite año tras año y, según la entidad vecinal, «ya hemos propuesto soluciones para acabar con este colapso general. Pero el Ayuntamiento no nos hace caso», dice García. Otro de los planteamientos que defiende el presidente de la entidad es que se instalen sistemas de pago para aparcar en el barrio durante el verano. «Esto ahora es una pesadilla. La gente aparca como le da la gana, de mala manera, incluso delante de los vados. Debemos buscar alternativas para que esto deje de pasar», asegura García. 

Llegan las discusiones

No es extraño encontrar a conductores discutiéndose entre ellos o con los vecinos. Las peleas aumentan en el barrio cuando llegan los meses de calor y buscar aparcamiento se convierte en una odisea. Hay conductores que no respetan los vados, pero hay vecinos que no tienen vado y pretenden que nadie aparque en la entrada de su casa. Es entonces cuando los insultos hacen acto de presencia. 
Otros de los grandes perjudicados son los conductores de autobús, quienes se las ven a la hora de traspasar La Móra. En ocasiones, se encuentran en su trayecto vehículos aparcados en doble fila. 

Tito es un vecino de la calle Ripollès y el pasado domingo llamó a la Guàrdia Urbana porque La Móra parecía la ciudad sin ley. «Los coches estaban aparcados en los pocos pasos de peatones que tenemos en el barrio», asegura Tito, quien añade que «somos conscientes de que el principal problema es el incivismo de la gente, pero el Ayuntamiento podría tomar medidas para acabar con esta pesadilla». Los vecinos también culpan del colapso circulatorio los pilones ubicados en la antigua entrada del párking del paseo, que obligan a los vehículos a cruzar medio barrio para salir de La Móra. Jordi Casadesús, otro vecino de la zona, asegura que «los fines de semana de verano nos invaden», y añade que «no hay límites, todo está permitido. Alguien debería regularlo». 

El departamento de Mobilitat del Ayuntamiento de Tarragona trabaja para acabar con episodios conflictivos que, según asegura el concejal, Josep Acero, «tienen lugar solamente durante 3 o 4 fines de semana al año». El edil reconoce que existe un problema con la falta de vados, ya que hay muchos vecinos que no cuentan con él, y asegura que «otras zonas cercanas a las playas de la ciudad también sufren el aumento de vehículos durante el verano». No obstante, Acero se compromete a revisar la movilidad del barrio en el mes de  octubre.

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