Chicanos se reengancha al hard rock y mira a Estados Unidos

A finales de la década de los noventa Chicanos era una de las bandas con más progresión del hard rock nacional. Warner Cahappel Music, división del gigante discográfico Warner Music, le puso un contrato sobre la mesa y la prensa especializada elogiaba sus virtudes. Su primer álbum, homónimo y en inglés, salió en 1998 y tuvo una gran aceptación tanto de público como de crítica. «Teníamos 18 años y nos íbamos a comer el mundo», recuerda Damián Ruiz, cantante del grupo. 

Pero lo que prometía ser una carrera meteórica se estancó. La discográfica quiso darle un giro más comercial a su estilo y guardó en un cajón el centenar de canciones que el cuarteto de Tarragona tenía grabadas en diez o doce maquetas. Hasta 2012, ya fuera de Warner, no publicó su segundo trabajo, Burbuja, en castellano y «más calmado que el primero».

Siete años después, Chicanos vuelve a sus raíces con América, un disco de hard rock con doce temas en inglés y cinco en castellano editado por el sello On Fire Records de Madrid. Lo grabaron en el estudio que Damián tiene en el sótano de su casa, donde también ensayan, en Els Pallaresos, y está disponible en formato CD y en las plataformas digitales. «La idea era hacer lo que nos apeteciera, sin mirar nada, y sin querer volvimos a nuestros principios. Escuchas el primer álbum y éste y es como si nos hubiéramos saltado el segundo», afirma el vocalista.

Sus canciones suenan al hard rock estadounidense de los  años ochenta, a bandas como Aerosmith, Bon Jovi o Skid Row. «Teníamos material para haber sacado el disco hace cuatro años, pero ha sido como un parto largo», cuenta Damián.

Cada tema, añade, «es diferente y tiene su propia personalidad». Al a hora de componer se nutren de vivencias personales, amor o el hartazgo de la sociedad. Desde que se subieron por primera vez a un escenario «ha habido muchos cambios» en la vida de los cuatro componentes: Josep Suller (guitarra), Oscar Domenech (batería), Miguel Ángel Olmedo (bajo) y Damián Ruiz (voz). «Hemos sido padres y hemos tenido que restructurar nuestras vidas para hacer música y pagar facturas». Damián es profesor de inglés y pone voz a Chicanos, Viuda Negra y Evil Hunter. 

Salvo Josep, que es profesor en la Escuela Oficial de Idiomas, todos son autónomos. Ser sus propios jefes les permite sacar tiempo para la banda, eso sí, a costa de trabajar más un día para poder tener fiesta otro. «Tener un grupo es fácil, lo complicado es llevarlo de manera profesional. O tienes suerte y tocas en salas y festivales o haces versiones». Chicovers es el alter ego de Chicanos, con el que interpretan clásicos de rock en fiestas y eventos privados.

Pese a todo, su ambición es la misma que cuando eran unos adolescentes. No cesan en su empeño de abrirse hueco algún día en el mercado americano. «Nuestro objetivo es tratar de llegar al máximo de público posible, pero con los pies en el suelo. Si pudiéramos ir a Estados Unidos, Canadá, México o Argentina seríamos los hombres más felices del mundo». De momento, webs de Estados Unidos han reseñado América con excelentes valoraciones.