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25.504 tarraconenses, un 34,95%, del electorado de la ciudad, ha apostado en estas elecciones autonómicas de 2017 por apoyar a Inés Arrimades y a su partido, Ciudadanos, por extensión.
La formación naranja ha logrado sumar más votos y porcentaje que las dos formaciones independentistas mayoritarias ERC y JuntsxCAT que en las pasadas elecciones, bajo la coalición de JuntsxSí si alcanzaron la victoria en la ciudad.
Pero la estrategia de separación de fuerzas no ha funcionado en Tarragona. Si ciudadanos aumentaba votos y porcentaje en la ciudad, ERc y Junts per Catalunya se quedaban muy lejos con 13.150 y 11.026 votos respectivamente. Aunque se sumaran, tampoco desbancan a la formación que preside Albert Ribera.
Detrás de ellos, el PSC ha mantenido el barco a flote. Los 10.367 votos son 600 más que hace dos años, aunque el porcentaje es similar, por encima del 14%.
Pero la decepción de esta noche electoral ha sido en la sede del PP de Tarragona, que además de quedarse sin representación en el Parlament, tampoco ha obtenido sus mejores resultados en la ciudad.
El partido de Alejandro Fernández ha perdido 3.300 votos en dos años y evidencia una caída de apoyos que sin duda pasará factura en próximos comicios electorales.
La CUP tampoco está para tirar cohetes. Ha perdido más de 2.000 votos y ha quedado lejos de las expectativas creadas hace sólo unas semanas.
Y aunque sea anecdótico, el PACMA ha incrementado ligeramente sus resultados de hace dos años y 773 personas les han dado confianza al partido animalista.
