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El Ayuntamiento de Tarragona ha comprado 60 bolardos (también conocidos como new jersey) para colocar en el PP9 –una zona situada aproximadamente entre La Floresta y la autovía A-7– con el objetivo de acabar con los continuos vertidos de escombros que se efectúan en dicho lugar, a pesar de que cada cierto tiempo el Ayuntamiento limpia los solares.
Si la colocación de esas barreras físicas se realiza antes del día 20 de este mes, las asociaciones de vecinos de Parc Riuclar, La Floresta y L’Albada desconvocarán la movilización que tienen prevista para aquel día para denunciar la situación. Un realidad que se está dando desde hace años, sin que hasta el momento se haya encontrado la solución definitiva al problema.
El Departament de Neteja Pública ya pidió hace un año al de Mobilitat que cerrara los accesos a las calles sin salida, ya que se trata de solares sin edificios. Para que finalmente esta petición sea una realidad, Neteja Pública está tramitando la compra de 60 new jersey para proceder a bloquear el tráfico por las calles del PP9.
La concejal de Espais Públics, Ivana Martínez, recuerda que hace unas tres semanas se reunió con las tres asociaciones de vecinos implicadas para hablar del PP9. Las entidades vecinales reconocieron, según la edil, que el problema de dichos vertidos ilegales no sólo es una cuestión de limpieza, sino también de incivismo por parte de personas y empresas que, aprovechando la buena comunicación y el aislamiento del espacio respecto a los núcleos urbanos, depositan allí toda clase de residuos.
En dicho encuentro –al que también acudió el concejal de Seguretat Ciutadana, Javier Villamayor, y un representante del Partido Popular– se trazó una línea de trabajo, donde se comentó que cuando llegaran los bolardos se pondrían inmediatamente. En este sentido, Martínez reconoció que en aquellos tramos donde se han puesto, han funcionado. Ahora se van a instalar en todas las calles del PP9. Habrá un acuerdo con el Departament de Mobilitat para que quede un espacio por donde puedan pasar los bomberos y otros vehículos de emergencia en caso de cualquier incidente.
Cuando estén cerradas todas las calles, «me sentaré otra vez con los vecinos y, plano del PP9 en mano, decidiremos por dónde comenzamos la limpieza». Después se pondrán en contacto con los titulares de los solares privados y se les requerirá que también los limpien.
La responsable de Via Pública no quiso valorar la movilización convocada por los vecinos: «Tenemos un plan de trabajo que se está cumpliendo». No tiene cifras de las toneladas de escombros que se han retirado en los últimos años de esta zona, pero recordaba que cuando retiran la basura, «la tenemos que separar y reciclar, porque si no no la quieren en los centros de gestión de residuos».
Martínez reconoce que no tienen plan B, porque están convencidos de que esta medida de los bolardos –que está previsto que lleguen la próxima semana– funcionará. En caso contrario, buscarán una alternativa.
Hace unos días, las tres asociaciones de vecinos –La Floresta, Parc Riuclar y L’Albada– convocaron una movilización para denunciar la situación precisamente de dichos vertederos ilegales. Está prevista para las seis de la tarde y recorrerá desde la rotonda de La Floresta hasta la de Parc Riuclar. Lo hacen para denunciar el «vertedero ilegal» que tienen al lado de sus casas. «¡No nos merecemos vivir así! Salgamos a la calle», reza el cartel.
El contrato de limpieza
El año 2002, el Ayuntamiento adjudicó a la empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) la concesión administrativa para la prestación del servicio de recogida y transporte de residuos urbanos, limpieza viaria y de playas y la gestión de la deixalleria municipal, así como también la planta de vehículos fuera de uso del municipio de Tarragona.
Dentro del contrato hay una partida de 200.000 euros aproximadamente para la Brigada de Neteja de Solars, la cual cuenta con un operario conductor, una máquina excavadora y un camión para verter y transportar los residuos. Aparte, hay que sumar el coste de la eliminación de los residuos tirados, que acostumbra a ser de aproximadamente unos 50.000 euros al año.
Las tareas asignadas a esta brigada son la limpieza de solares y terrenos municipales no edificados, arrastre de tierra producido por lluvias torrenciales, vertidos incontrolados, etc.
Cada semana tiene que limpiar los vertederos de Camí de Viladegats, unos diez pequeños vecinos del Camí del Llorito y PP9, y otros situados en ambos márgenes del camino Pairal de la zona del Llorito. También encuentran vertidos de poda, muebles y escombros en los solares donde hay contenedores en Rodolat del Moro, Mas Pastor, debajo del puente de la autovía del camino del Nàstic, Mas dels Cups, zona del cementerio y en el camino de la Ermita de la Salut. Algunos de estos terrenos se limpian más de una vez.
Semanalmente se limpian los de Viladegats, cuatro puntos del Polígon Riuclar y Camí de la Budellera, en la zonas del Club Gimnàstic y Mare Nòstrum. También otros más pequeños, ubicados en el aparcamiento del mercado de Bonavista, en el Camí de Partió, en la calle Riu Brugent de Campclar, en la calle Franqueses del Codony del barrio de Sant Ramon, en la urbanización Balcó de Tarragona o en la avenida Pallaresos de Sant Salvador, entre otros.
También hay otros puntos que se hacen limpiezas puntuales, como en las calles Baix Empordà y Vallès de La Móra y en polígonos industriales.
Durante el mes de abril se limpiaron todos los vertidos que había en el cauce del río Francolí, en el tramo comprendido entre el puente del ferrocarril y del de la autovía A-7, aproximadamente unas 28 hectáreas.
