Comerse los turrones a 8.585 km de casa

Aventura. La familia tarraconense que está recorriendo América de norte a sur cuenta cómo pasará estas Navidades. Las fiestas les han pillado en una montaña de Panamá

24 diciembre 2018 13:16 | Actualizado a 27 febrero 2019 11:17
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Para los tarraconenses Marc Antillach, Serena Pujol y sus dos hijas, Xènia y Jordina, estas serán unas Navidades más que especiales. Si hacemos caso de una aplicación que calcula las distancias en línea recta, hoy estarán a unos 8.585 kilómetros de casa, cerca de la Ciudad de Panamá.

Pero que las fiestas les pillen allí es apenas una anécdota más de las muchas que han atesorado desde que el verano pasado comenzaran a recorrer América de norte a sur. El viaje durará un año y la idea es visitar la mayor cantidad posible de parques naturales. La aventura la hacen en una furgoneta a la que han bautizado como ‘La Barretina’ en la que, además, duermen y cocinan durante toda la aventura.

La última vez que el Diari habló con ellos estaban en Utah, pero cuentan que cuando cruzaron a México el viaje cobró una dimensión muy diferente a la que habían vivido en Canadá y Estados Unidos. «Teníamos que tomar más precauciones, como no circular de noche, elegir bien dónde paramos a dormir, tener las niñas más vigiladas...», cuenta Marc.

Dicen que «la península de Baja California nos maravilló: tranquila, salvaje, segura, playas de arena blanca, compartir una langosta con una familia de pescadores a pie de playa y bañarse con tiburones  y tortugas...». El lugar les dejó algunos de los mejores recuerdos del viaje. 

En México continental pasaron unos días con una familia de Tequila. Luego fueron a Oaxaca y Chiapas. En  este último estado durmieron en el ‘Hogar Infantil’, donde Xènia y Jordina pudieron compartir con niños y niñas de su edad. En este hogar viven niños cuyas familias no pueden mantenerles. «Nos sirvió para hacer un razonamiento con ellas sobre las diferencias de la vida europea y la de aquí», explica. Yucatán, el Caribe, lo recorrieron intentando evitar los sitios más turísticos, pero desde luego se llevan imágenes de postal. 

El paso por las fronteras de Centroamérica estuvo lleno de papeleo: «En algún sitio hemos estado hasta cuatro horas de trámites que las niñas han aguantado estoicamente». Guatemala les encantó. Pasaron hasta seis horas conduciendo por plena selva por sitios donde toda el mundo se giraba a mirarlos. La lista de recuerdos incluye cascadas y pirámides. Hasta pasaron una noche en el volcán de Acatenango, que pocos días después de su visita fue cerrado por riesgo de erupciones peligrosas.

El Salvador, Honduras y Nicaragua los cruzaron en pocos días haciendo caso de las recomendaciones de seguridad de los propios lugareños.  Luego entraron en Costa Rica, donde aunque encontraron paisajes espectaculares, los precios denotan la llegada del turismo masivo. En aquel país les visitaron los abuelos, a quienes hacía más de 5 meses que no veían. Ellos les llevaron los turrones y polvorones que se comerán esta noche. Lo harán en casa de Teófilo, en plena montaña, desde donde se vislumbra la silueta de la ciudad de Panamá. La suya es una de las familias que han conocido durante el viaje y que les han ofrecido quedarse en sus casas... La aventura continúa; la comparten en las redes como Camper 4X4.

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