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Los trabajos de limpieza forestal de la Anella Verda se centran en la zona del Rodolat del Moro. Allí se ha empezado a abrir una pista, que ya era un antiguo camino, para que en caso de necesidad puedan acceder los bomberos y vehículos de emergencias. Los primeros, junto con un equipo de biólogos, han asesorado al Ayuntamiento en algunas de las actuaciones que se están llevando a cabo en el pulmón verde de Tarragona, que deben servir para empezar a apagar incendios antes de que estos se produzcan. «El reto es que Tarragona asuma una cultura forestal que no tiene y que humildemente estamos aprendiendo», reconocía el concejal de Medi Ambient, Xavier Puig.
El Ayuntamiento ponía en marcha a finales del mes de noviembre un plan de ocupación con dieciocho personas que empezaron las primeras acciones de limpieza. Ahora, estas se reforzarán por parte de la empresa especializada Nogués Excavacions SA, que ya ha abierto los primeros dos kilómetros, de los 4,5 que tendrá en su totalidad. Después va a hacerse un perfilado del terreno para que puedan circular los vehículos de emergencias.
Unos caminos que tendrán una segunda finalidad. Y es que, a raíz de la pandemia, la Anella Verda ha experimentado un notable incremento de excursionistas y ciclistas. «Si alguien tiene un accidente o sufre un infarto, tendrían que venir a buscarlo con el helicóptero, porque no se puede acceder», decía Xavi Llopart
La actuación se complementará con acciones de limpieza que tienen una doble finalidad. Por un lado, reducir la densidad de combustible forestal en espacios estratégicos y, por el otro, permitir que los pinos dispongan del espacio y la luz suficiente para crecer más sanos y fuertes. Una acción que se combinará con una tercera línea de actuación que permitirá generar una zona de seguridad, en el oeste del Pont del Diable. Será una especie de «plaza natural», con vegetación espaciada desde la que podrán actuar y protegerse los bomberos en caso de necesidad.
El tercer teniente de alcalde destacó que la «importante» inversión de recursos económicos que está haciendo el Ayuntamiento en este sentido, que asciende a unos 500.000 euros. Puig ya avanzó que «tenemos la intención de hacerlo todos los años para actuar en diferentes piezas de la Anella Verda y hacer un saneamiento para que después sea más fácil el mantenimiento».
El consistorio defiende que el inicio de estos trabajos «prácticamente era necesidad» de cara a la prevención de incendios, dado que el cambio climático está acentuado sus efectos devastadores. Y, a partir de ahí, se estudiarán fórmulas para hacer el mantenimiento.
