Con humor la vida siempre es mejor

#seriesenvena
‘El método Kominsky’.
Michael Douglas y Alan Arkin protagonizan la nueva comedia de Netflix que cuenta con el sello inconfundible de Chuck Lorre

23 noviembre 2018 15:52 | Actualizado a 23 noviembre 2018 16:19
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Soy de la teoría de que la vida con buen humor se hace más llevadera y que por muchas cosas que te sucedan negativas o menos buenas hay que ser valiente y afrontarlas con el máximo optimismo.

Y este mismo pensamiento tienen los dos máximos protagonistas de la nueva serie de Netflix El método Kominsky, una comedia que ha pasado algo desapercibida en su estreno ya que lo hizo el mismo día que Narcos: México y La balada de Buster Scruggs de los hermanos Coen, dos de las grandes apuestas de la plataforma para lo que resta de año.

En El método Kominsky Michael Douglas interpreta a Sandy Kominsky, un actor ya veterano metido en los setenta y que está viviendo el declive de su carrera artística. Dirige una escuela de interpretación junto con su hija Mindy (Sarah Baker) e intenta llevar una vida de lo más tranquila.

Sandy y Norman son dos amigos inseparables, gruñones, cínicos y cascarrabias

Su mejor amigo de la toda la vida y a la vez su agente es Norman Newlander interpretado por el oscarizado Alan Arkin.

Sandy y Norman forman una pareja de lo más peculiar. Su amistad está a prueba de bomba y la confianza entre ambos es tal que sus conversaciones son por momentos hilarantes.

Afrontarlo todo juntos
Norman no está pasando por el mejor de sus momentos personales debido a la grave enfermedad de su mujer Eileen (Susan Sullivan) y hay ocasiones en que se ve tentado a tirar la toalla pero ahí está Sandy para ayudarle a sobrellevarlo con optimismo y un toque de cinismo muy sutil. Bueno, a veces, nada sutil.

Que Norman tiene que ingresar en rehabilitación por enésima vez a su hija Phoebe (Lisa Edelstein) ahí está Sandy para acompañarle y hacerle más llevadero el trance. Sublime el momento en que dejan a Phoebe en la clínica de rehabilitación y se marchan en el coche Sandy y Norman huyendo de ella. Pura comedia.

Achaques de la edad
Sandy y Norman sobrepasan los setenta y aunque están envejeciendo con bastante dignidad empiezan a sufrir los primeros achaques propios de su edad.

En este aspecto parece que Sandy es el que peor lo lleva porque de los dos es el que intenta tener el espíritu más joven y no asume con facilidad las limitaciones físicas que empieza a sufrir. Mientras, Norman es el típico cascarrabias que le encuentra pegas a todo y que siempre ve el vaso medio vacío aunque asume mejor el haber entrado en la denominada tercera edad con todo lo que eso conlleva.
Las consultas médicas de Sandy dan algunos de los momentos más divertidos de la serie.

Artistas invitados de lujo
El método Kominsky cuenta con invitados de primera línea como puede ser Danny DeVito quien encarna al Dr. Wexler, el urólogo de Sandy, que comienza a sufrir molestias con su próstata. Difícil ver una revisión de este tipo más ocurrente que esta.

Otra invitada es la veterana actriz Ann Margret que interpreta a una viuda que intenta congraciarse con Norman. Sandy a su vez iniciará una relación con Lisa (Nancy Travis) una mujer que tras divorciarse decide tomar clases de interpretación en la academia de Sandy.

Creador de garantías
Pero si hay alguien que nos vaya a dar casi la absoluta seguridad de que esta comedia nos va a gustar y de que no nos va a decepcionar ese es su creador, director y guionista, Chuck Lorre.
Chuck Lorre es el responsable de comedias tan aclamadas como The Big Bang Theory, Dos hombres y medio, Mom o El joven Sheldon y en El método Kominsky no podía ser menos.

En la primera temporada compuesta por ocho capítulos de poco menos de media hora cada uno, Lorre consigue con sus afilados y frescos diálogos sumergirnos en un mundo donde por muchos golpes que te dé la vida hay que intentar sobrellevarlos con optimismo y buen humor y donde la amistad está por encima de todo.

Aunque El método Kominsky es principalmente comedia tiene momentos dramáticos que ayudan a conformar un producto bastante completo donde vemos que del llanto a la alegría sólo hay un paso y viceversa.

Todo es cuestión de actitud y aquí tenemos a Sandy Kominsky que tiene toda la del mundo.
Sandy y Norman, un par de viejos gruñones cascarrabias que merecen un poco de nuestro tiempo. No les van a defraudar.

Comentarios
Multimedia Diari